30 días de salud emocionalMuestra

Cuando sabemos que alguien nos está velando, somos menos propensos a sentir miedo.

En mi cama, si me siento de cierta manera, puedo dar la vista hacia el pasillo y ver el borde de la cama de mi hijito pequeño. Como la mayoría de los niños, él entra a nuestro cuarto cuando tiene miedo de insectos, monstruos, un comercial o una mezcla de varias cosas. Cada vez que él expresa estos temores, yo digo: “Recuerda, que yo te veo. Estoy aquí. Estás seguro. Nunca dejaré que nada te lastime.”

Imagino que mi hijo me imagina sacando mi espada y luchando contra el monstruo que se esconde debajo de su cama, derrotándolo para siempre. Pero de cualquier manera, aparte de la escena de batalla que él ha creado en su mente, por lo general concluye cuando él se regresa a su cama con la confianza de que estoy cerca, y él puede dormir tranquilamente.

Jesús también nos susurra estas palabras. Él está a nuestro lado, siempre observándonos, amándonos y protegiéndonos. Podemos andar confiados de que todo lo que se nos presente, Él está en la batalla con nosotros y puede superar cualquier dificultad que enfrentemos. Pero le debemos abrir nuestros corazones y mentes.

Me imagino aferrándome, yo misma, a su cuello mientras Él derrota las preocupaciones que me asaltan.

Contamos con que el Señor estará a nuestro lado. Así estamos libres de vivir con una fe que es audaz, atrevida y con una anticipación y esperanza de lo que está por venir. Así como mi hijo puede descansar con la seguridad que le brindó, podemos descansar bajo la protección de Cristo.

~ Kristen Terrette