Teniendo el corazón de María en el mundo de MartaMuestra

Transformación santa

En la sala de estar. Ahí es donde todo comienza. Abajo a Sus pies. Y somos transformados.

Vemos esta transformación en las historias continuas de María y Marta en los Evangelios. Marta no deja de lado su personalidad, renuncia a sus pasatiempos y agarra sus libros de cocina para adorar a Jesús. Recibe la reprensión de Jesús y aprende que si bien hay un tiempo para trabajar, también hay un tiempo para adorar. La Marta que vemos más tarde en los Evangelios (como en Juan 11) ya no es frenética y resentida, sino llena de fe y confianza.

María también hace algunos cambios. Porque aunque su naturaleza contemplativa la convierte en una adoradora natural, también la deja vulnerable a la desesperación, como también vemos en Juan 11. Cuando ocurre un desastre, la tendencia de María es hundirse en el dolor y paralizarse con preguntas. Pero al final, cuando se da cuenta de que el tiempo de Jesús es corto, María pone en práctica lo que ha aprendido en la adoración. Ella da un paso adelante y aprovecha la oportunidad para servir a la vez de manera hermosa y sacrificada.

Eso es lo que veo en los retratos bíblicos de las dos hermanas de Betania. Dos mujeres completamente diferentes experimentan una transformación ante nuestros ojos: un cambio de imagen sagrado. El audaz se vuelve manso, el apacible valiente. Porque es imposible estar en la presencia de Jesús y no ser cambiado.

Ruego que permitas que el Espíritu Santo acceda a todos los rincones ocultos de tu vida. Ya sea que tiendas a ser un poco impulsivo, como Marta, o más contemplativo, como María, Dios te está llamando a la intimidad con Él a través de Jesucristo. Intimidad que nos llena tanto con Su amor y Su naturaleza que se derrama a nuestro mundo seco y sediento en el Servicio de Cocina.

La elección que les ofreció a estas dos hermanas tan diferentes, y la transformación que experimentaron, es exactamente lo que también nos ofrece a cada uno de nosotros. Porque Él es un Salvador que nos acepta tal como somos, María o Marta o una combinación de ambas, pero nos ama demasiado para dejarnos así. Él es quien nos puede dar un corazón de María en un mundo de Marta.

¿Cómo sería sentarse a los pies de Jesús en tu vida ahora mismo? Sé específico en cuanto a la hora y el lugar. Ten en mente momentos en el pasado cuando haya tenido intimidad con Dios en la sala de estar. ¿Qué te ayudó a fomentar esos tiempos?

Esperamos que este Plan te haya animado. Más información sobre TENIENDO UN CORAZÓN DE MARIA EN EL MUNDO DE MARTAde Joana Weaver.