Reflexiones ¡de Película! de ACCIONMuestra

BUSQUEDA IMPLACABLE 

¿Qué puede ser peor para un padre que escuchar impotente el secuestro de su hija a través de una comunicación telefónica? Pregúntele esto a Bryan, un ex agente secreto norteamericano que sólo tiene unas horas para rescatar a Kim de una temible banda especializada en la venta de jovencitas para prostituirlas. Sin estar de acuerdo, Bryan accedió a que ella viaje a Francia para participar del tour musical del grupo U2, con la única condición de que llame a su papá toda las veces que pueda. Pero como Kim no llamaba, él se comunicó con ella, y así fue testigo de cómo raptaban a su hija mientras hablaban. 

Atento, frío e insensible, este padre escuchó todo lo que ocurría con su hija, e incluso habló con los secuestradores, a quienes les dijo: “No sé quiénes son, no sé qué quieren. Si buscan un rescate debo decirles que no tengo dinero. Pero lo que sí tengo son varias capacidades. Habilidades que he adquirido en muchos años de práctica, habilidades que me convertirán en una pesadilla para ustedes. Si dejan ir a mi hija, aquí terminará todo; no los buscaré, no los perseguiré. Pero si no lo hacen, los buscaré, los encontraré y los mataré”. 

Como era de esperar, los secuestradores no dejaron en libertad a Kim sino que prosiguieron su perverso plan. Por lo tanto, su padre se lanzó a una búsqueda implacable, de acción, persecución, corridas y muertes que concluirán únicamente cuando encuentre a su hija. 

No queremos promover la violencia, ni el odio o venganza entre nosotros. Pero, ¿no sonaría estimulante si quién dirige estas palabras tan desafiantes es el mismísimo Dios a aquellos que tanto daño te han hecho? De hecho, La Biblia nos habla reiteradamente acerca del celo de Dios por sus hijos. De cuan atento está él a la necesidad de quienes le aman y lo mucho que lamenta cuando uno de sus pequeños es maltratado o sufre la injusticia en manos de malvados. 

Si un padre puede tener reacciones tan determinadas como lo que hizo Bryan atravesando el planeta y movilizando a toda persona conocida por amor a su hija, ¿cuánto más Dios podría poner todo su poder en movimiento ante una injusticia sufrida por uno de sus hijos amados?