Medita, escudriña y deléitate en JesúsMuestra

Meditación sobre nuestra esperanza

¿Cuál es tu sueño? ¿En qué piensas la mayor parte del tiempo cuando te dispones a soñar? ¿Qué llena tu mundo imaginario? ¡Qué hermoso es poder soñar! Si no tuviésemos la posibilidad de soñar y de proyectarnos al futuro con esperanza, nuestra vida se convertiría en un triste y desolado paisaje, donde el horizonte se vuelve cada vez más gris.

Es inconcebible una vida donde la esperanza no forma parte de nuestra agenda. Es el motor que nos impulsa a mirar el futuro con otros ojos. A pesar de que lo que te rodea te diga todo lo contrario, la esperanza ilumina tus ojos y es como si tuvieses lentes que te permiten ver más allá de la cruda realidad que enfrentas.

Escudriña

En el capítulo cuatro del libro de Romanos, Pablo nos instruye respecto a la fe y a la esperanza. Pablo nos dice que Abraham creyó en el Dios que da vida a los muertos y crea las cosas que aún no existen. Abraham decidió, escogió tener esperanza y no perderla cuando ya no había esperanza. Abraham soñaba con tener un hijo. Un día Dios le hizo salir de su tienda y lo hizo soñar mirando las estrellas del cielo. Le dijo que saliera de lo que era común, ordinario, conocido y que mirara al firmamento. Que pusiera sus ojos en el cielo, pues su descendencia sería como las estrellas del cielo.

Medita

¿Cuántas veces habrá mirado Abraham a las estrellas soñando con su descendencia, a pesar de no poder tener ni siquiera un hijo? ¿Cuántas veces habrá mirado a su situación y a su condición física?

Permíteme decirte que lo que le rodeaba no era su foco de interés, no era donde había puesto su mirada. Su mirada estaba puesta en el autor y consumador de la fe. Él sabía que Dios tiene infinito poder, ¿acaso el creador del universo no tiene poder para obrar un milagro?

Abraham creyó esperanza contra esperanza. Cuando todo decía no, el dijo sí. Puso sus ojos en Jesús.

Deléitate

Jesús soportó la cruz sin hacer caso a lo vergonzoso de esa muerte porque sabía que después del sufrimiento tendría gozo y alegría. Su mirada estaba puesta en nosotros. Hoy, está sentado a la diestra de Dios. No te canses, no te desanimes, pon tu mirada y tu esperanza en el único que puede darte vida eterna, gozo y paz. Cuando todo a tu alrededor diga no, haz como Abraham, pon tu mirada y tu esperanza en Jesús. Deléitate en él.

Este devocional ha sido inspirado en el libro Encadenados para ser libres – Conciertos de oración para cinco continentes. Si quieres más información sobre el mismo te invitamos a seguir este enlace: https://www.westbowpress.com/en/bookstore/bookdetails/778255-encadenados-para-ser-libres