[Serie 1 Juan] ¡Estuve allí!Muestra

¡Estuve allí!

¿Has visto o utilizado gafas de realidad virtual con tu teléfono celular? Con la aplicación correcta puedes subirte a una montaña rusa o ir a Hawái a través de la realidad virtual. Cuando miras hacia arriba, eso mira hacia arriba. Cuando tú miras a la derecha, eso mira hacia la derecha. Cuando tú miras hacia la izquierda, eso mira a la izquierda. Hacia abajo, eso mira hacia abajo también.

Es realmente divertido mirar cuando la gente se pone esas gafas de realidad virtual, porque parece que estuvieran queriendo tocar algo que no existe, «Déjame tocar algo. Guau. Esto es increíble. Esto es asombroso». La tecnología va a ir más allá y cada vez se verá más real. Pero a pesar de que se llaman gafas de realidad virtual, eso no es una realidad. 

En ocasiones, te pones en tu vida espiritual realidad virtual con gafas religiosas, y solamente ves a la derecha cuando tu pastor o tu plan de lectura habla sobre mirar a la derecha, y tú solamente miras a la izquierda cuando te dicen que lo hagas, y solo miras arriba cuando la canción correcta viene y tú únicamente miras hacia abajo cuando estás pasando por una situación crítica. Si puedes identificarte con esto, puedes estar viviendo en una realidad virtual religiosa.

Lo que Dios realmente quiere para ti, es que tengas una relación real con Jesús para que puedas decir, «Yo lo he visto por fe. He escuchado su voz por medio de su Palabra y por medio de su gente. He sido tocado por él en lo profundo de quien soy. Y tengo un corazón que puede decir, “Estuve allí”».

Si solo haces unas cuantas cosas religiosas bonitas, vas a cierta iglesia y te comportas como se supone que debes, es tan solo realidad virtual. No es la realidad. Cuando caminas con gafas de realidad virtual no ves a nadie más. Cuando te mueves a través de la realidad, comienzas a ver a todos los demás de una manera totalmente diferente y puedes compartir las buenas nuevas de las que eres testigo.

Solamente cuando puedes decir como Juan, «¡Estuve allí!», puedes ser un testigo confiable para otros. Nadie puede decirte que eso no sucedió, porque tú lo viste, lo oíste, fuiste tocado y transformado por eso. Y eso es lo que todos nosotros queremos decir sobre nuestra relación con Jesucristo.

La salvación solo por medio de Cristo es realidad. Y entonces caminar en los pasos de Jesucristo como él vive su vida a través de ti, tocando y amando a otros, es la verdadera realidad.