SexoMuestra

Mito #4: La frecuencia de las relaciones sexuales no es importante.

¡Traga saliva! Este es un mito pólemico sobre el que escribir. Si escribo este mito de una manera, el cónyuge más impulsado por el sexo aplaudirá con adulación mientras envía este artículo por mensaje de texto al cónyuge menos impulsado por el sexo diciendo: "¡DESPIERTA Y LEE ESTO!" Mientras que si escribo este artículo de otra manera, el cónyuge menos impulsado por el sexo suspirará de alivio y se sentirá justificado al decir "No" al sexo con más frecuencia. Sin mencionar que esto podría influir en tus expectativas de matrimonio si eres soltero.

Independientemente de si estás casado o no, siempre es bueno recordar que tus expectativas sobre el sexo en el matrimonio pueden diferir de las de tu cónyuge o futuro cónyuge, por lo que es genial tener una visión saludable de cómo honrar y empatizar uno con el otro.

Entonces, dejemos que el apóstol Pablo hable sobre esto. En 1 Corintios 7: 2-5, dijo que el acto sexual es solo entre un hombre y su esposa y ninguno debe privar al otro a menos que sea por consentimiento mutuo. El esposo y la esposa ya no "poseen" únicamente sus propios cuerpos, sino que ahora pertenecen al otro.

Al mismo tiempo, Pablo también escribió en Efesios 5:25 que los hombres deben amar a sus esposas, así como Cristo ama a la Iglesia. Cristo entregótodopor la Iglesia. No era exigente ni egoísta. Consideraba nuestra necesidad de un Salvador incluso mayor que Su propia vida. Entonces, los esposos están llamados a un estándar increíblemente alto. Están llamados a dar la vida por sus esposas.

El sexo es un baile de amor y respeto mutuo. La frecuencia de la intimidad sexual que es saludable será diferente para cada pareja. Pregúntale a tu cónyuge si está contento con tu frecuencia sexual. Si dicen que en realidad les gustaría tener más o menos sexo, no te rías de ello. Piensa en cómo pueden satisfacerse y disfrutar mutuamente.

-Brandon, LMFT-S, PCIT