[Serie ¡Qué dicha!] Compasivos y sin juzgar a nadieMuestra

¿Qué hay verdaderamente en tu corazón?

Cuando analizamos las cosas, en realidad nos damos cuenta que mentir es difícil. Tarde o temprano la gente se dará cuenta de las mentiras que les hemos dicho. Pero hay una lección aún mayor. Cuando pretendemos ser algo que no somos, nuestra relación con Dios será afectada. Él siempre sabe la verdad sobre nosotros, y nos ama. Por lo tanto, podemos ser completamente honestos con Dios.

A través de esta bienaventuranza hemos aprendido a ser honestos sobre lo que somos y así reflejar mediante nuestras acciones y palabras lo que está verdaderamente en nuestro corazón.

Hoy te animo a abrir tu corazón a Dios en una carta en la que puedes escribir sobre tus ansiedades, dificultades, gozos, etc. Es una actividad privada; no es para husmear sobre la vida de otros ni acusar a terceros. Después del ejercicio, puedes destruir la carta. El punto es que Dios quiere que seamos honestos con él, y que no pretendamos ser lo que no somos. La carta da esa oportunidad de abrir tu corazón a Dios.

Es necesario hablar directamente a Dios, y exponerse para que él lo examine. En realidad Dios ya lo sabe, pero espera tu actitud para ser enseñado y transformado. Actitud de reconocer y aceptar tus errores y actitud correcta para cambiar la disposición en tu mente y corazón. Disposición y actitud es la clave.

La disposición de ser examinado es importante. Nunca intentes pensar que engañas a Dios. Dios no puede ser burlado. Pero no se trata de sentir temor, sino más bien de entender los beneficios y bondades de Dios hacia ti a pesar de tu pecado. En gratitud, disponte para ser de corazón limpio.

La pureza del corazón debe hacernos más conscientes de la importancia de ser limpios por dentro. Te invito a participar en el proyecto de servicio de esta semana, donde ayudaremos a la comunidad limpiando un parque público o un área pública, a fin de ser más conscientes sobre la importancia de limpiar nuestro corazón. Si deseas, ponte en acuerdo con alguien para hacerlo juntos, con tu familia, amigos o vecinos. Aprovecha la oportunidad para hablar de la pureza del corazón mientras limpian el parque.

Para reflexionar

¿Qué significa ser «limpios de corazón», como dijo Jesús? ¿Qué podemos hacer para limpiar nuestro corazón? Ten en mente que se trata de una actitud de corazón. Esa actitud afecta todo lo que hacemos.