El pecado. Muestra

  Mora en nosotros.

  Espíritu, alma y cuerpo; esta es la constitución de nuestro ser; en la carne que nos rodea es que mora el pecado e intenta arrastrarnos hacia el mal; el apóstol Pablo lo dijo claramente: hacemos lo que no queremos; esto es a causa de nuestra humanidad; por esto debemos entender que por gracia es que somos salvos, porque nuestras obras continuamente nos llevan al mal.

 Esto debe hacernos meditar sobre el grande e infinito amor y la misericordia de Dios para nosotros que no nos toma en cuenta nuestros pecados (2 Corintios 5:19) sino que nos da vida eterna por el sacrificio de Jesucristo; esto debe hacernos crecer cada día en gratitud al Padre y no creernos que somos perfectos; todos, absolutamente todos, cometemos pecado y por ello debemos ser misericordiosos con aquellas personas que sabemos que han fallado (Gálatas 6:1); con este punto que hemos tratado espero que seamos humildes y reconozcamos nuestra debilidad y dependencia absoluta de Dios Padre como el arquitecto del mejor plan de vida para nosotros, de Jesucristo como nuestro mediador y salvador; del Espíritu santo como nuestro guía y consuelo en todo tiempo. 

 Oremos: amado Padre, gracias porque sabemos que a pesar de nuestra humanidad nos amas tanto que diste a tu Hijo en la Cruz para darnos salvación y vida eterna; porque has derramado de tu Santo Espíritu sobre nosotros el cual nos consuela y va perfeccionando cada día para llegar a la altura del varón perfecto; en el nombre de Jesucristo te queremos pedir que nos ayudes a ser misericordiosos con aquellos que han caído porque sabemos que nosotros mismos podemos caer; amén.