Un lugar en la mesaMuestra

El Globo

Así como me enviaste al mundo, yo los estoy enviando al mundo. —Juan 17:18

¿Qué recuerdos te llevas a casa cuando viajas?

Quizás te guste traer regalos hechos a mano, como joyas o ropa, o tal vez prefieras recuerdos en forma de comida. Una de las mejores cosas de viajar es que cuando volvemos a casa, ¡traemos un pedazo del lugar que visitamos y lo compartimos con otros!

Podemos vislumbrar el reino de los cielos cuando nos permitimos la oportunidad de experimentar culturas que difieren de la nuestra, cuando comemos diferentes alimentos, nos relacionamos con personas que hablan diferentes idiomas y aprendemos de sus experiencias.

Dios valora todos y cada uno de los aproximadamente 7,000 idiomas del mundo. De hecho, las Escrituras nos dicen que algún día el reino de los cielos se llenará de personas de todos los idiomas hablados y de señas en la tierra, alabando a Dios (Apocalipsis 7: 9-10). ¡Qué imagen tan asombrosa!

El reino de los cielos es vasto y diverso. Y nuestro llamado como seguidores de Cristo en la tierra debe ser un reflejo del reino de Dios. Independientemente de si usarías la palabra para describirte a ti mismo, eres un misionero. ¡Tu vida es un testimonio de la bondad y fidelidad de Dios para con tu familia, vecinos, amigos, compañeros de trabajo y realmente cualquier persona que Dios ponga en tu camino!

¿Qué estás haciendo con tu llamado global?

• Si pudieras viajar a cualquier país del mundo ahora mismo, ¿adónde irías?
• ¿Qué has aprendido al interactuar con alguien cuya cultura es diferente a la tuya?
• ¿Cuál es una forma de salir de tu zona de confort cultural?

Olavi y Marja historia de amorcon todos sus altibajos, está bellamente entrelazada con su llamado global de Dios.