Dios de PactosMuestra

Protege al rey

Atalía, cuyo nombre significa «el Señor es exaltado», no hizo honor a su nombre. Mientras la nación se continuaba su vida, ella siguió con el patrón asesino de muchos de los líderes paganos anteriores. Cuando su hijo (el rey Ocozías) murió, ella asesinó a todos los herederos reales que quedaban y tomó el trono para sí. Pero faltó un heredero: el joven Joás, su nieto y el hijo de Ocozías. Joseba, la hermanastra de Ocozías, estaba casada con el sumo sacerdote y se encontraba en un lugar perfecto para rescatar y esconder a Joás. Tal vez Atalía ni siquiera sabía de la existencia de Joás, lo que lo protegió de su locura. El Señor protegió a Joás, asegurándose de que heredaría las promesas que Dios le hizo a David. Una vez más, la línea real de David resistió contra todas las adversidades humanas mediante la fidelidad del pacto de Dios (2 Samuel 7.16).

De la misma manera, Dios protegió al niño Jesús de la muerte a manos del rey Herodes y le permitió asegurar el trono de David para siempre (Mateo 2.13-20). Toda la historia de la Biblia da testimonio de la fidelidad de Dios para cumplir sus promesas y establecer su gobierno y reinado.

Jesús, puede que no siempre vea cómo encajan las piezas del rompecabezas, pero ayúdame a creer siempre que sí encajan. Gracias por su perfecta voluntad. Amén.