Jonás - Amar al falto de amorMuestra

Admite tu pecado y sigue adelante

Lectura: Jonás 1:13-17

DEVOCIONAL: 1 Juan 1:9

“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” - 1 Juan 1:9

Lo más difícil cuando hacemos las cosas mal es reconocer nuestros errores y cambiar nuestro comportamiento. La parte buena es que, cuando nos arrepentimos, Dios es fiel para perdonar nuestros pecados. Todos y cada uno de ellos. Jesús pagó en la cruz por los pecados de toda la humanidad. Pecados pasados, presentes y futuros. 

Confesar significa “Decir lo mismo”. Cuando confesamos nuestro pecado, estamos dispuestas a decir (y a creer) lo mismo que Dios dice sobre nuestro pecado. La historia de Jesús sobre el hombre religioso y el pecador que estaban orando lo ilustra bien. El fariseo presumía de cuán religioso era, mientras el pecador buscaba misericordia por ser pecador (Lucas 18:10-14). El que confesó su pecado fue aquel que convino con Dios en lo malo que ese pecado era. 

No hay pecado que Dios no pueda perdonar. No hay momento en el que Dios no pueda extender misericordia. Él es todo gracia y misericordia. Él es un Dios amoroso que está esperando a que confesemos nuestro pecado para ayudarnos a caminar en integridad. 

Aunque el pecado siempre está presente en nuestras vidas, no tiene que ser un obstáculo en nuestra relación con Dios. Podemos encontrar limpieza total una vez que confesamos y seguimos adelante. ¿Estás dispuesta a confesar tus pecados? ¿Dejarás que Dios cambie tu corazón y lo limpie? Lo hará si tú le dejas. 

Señor, no puedo agradecerte lo suficiente por Tu amor, Tu gracia y Tu misericordia hacia mí. Gracias porque me das nuevas oportunidades cada día. Gracias porque siempre estás pronto para perdonarme. Ayúdame a ver y a perdonar mi pecado cada día. Amén.