Efectividad en la administración del reinoMuestra

Cuarto principio de dar

4. Dar con sacrificio y esfuerzo 

El sacrificio y esfuerzo es igual para todos, las cantidades pueden ser diferentes. El esfuerzo que hace aquel que tiene un ingreso mínimo para dar, es el mismo que debe tener el que tiene más recursos. Este es un principio poderoso y es lo que Dios espera de cada uno de sus hijos. 

Las estadísticas muestran, que el sacrificio generalmente lo hacen personas como los macedonios, que tienen escasos recursos. Al consultar la manera en cómo las personas participan en el desarrollo de la obra, se sabe que nunca es por la participación de uno o dos ricos que dieron grandes cantidades, sino de miles, que ganando el salario mínimo dan generosamente de su ingreso. Creo que se necesita revertir esa estadística, porque la Escritura pide que el sacrificio debe ser el mismo, aunque las cantidades puedan ser diferentes, pero el compromiso está dado en el nivel del esfuerzo, por eso se nos manda a esforzarnos en la gracia. 

A veces, para dar se requiere de algún sacrificio, ¿en qué sentido? Tenía planeado con este dinero comprar algo, pero basado en el proyecto que hay y en la realización de esta obra, me niego a hacerlo, porque quiero participar de ello. Es sorprendente cuando existe la demanda de un proyecto en el que necesitamos participar, la excusa de algunos es, no puedo o no tengo, pero ocho días después tiene el último celular, ¿cómo si pudo cambiar el celular? ¿Qué habrá hecho? Pidió un préstamo, un crédito, pagó con tarjeta, en fin, cambió de celular, no era un asunto necesario, pero se mostró que su nivel de esfuerzo, compromiso y sacrificio no está basado en el proyecto que apasiona el corazón, sino los asuntos que satisfacen su ego. No digo que no desees algo mejor, pero realmente muchas veces no es eso lo que debe gobernar nuestra vida, sino el compromiso en el reino. 

Uso la palabra sacrificio, en vez de promesa de fe, porque a veces el concepto es algo que hago esperando. Por ejemplo: si por fe el jefe me da el aumento, entonces yo daré algo; mi promesa de fe está basada en expectativas que pueda lograr. El sacrificio de fe, en cambio, es el que valora Pablo en los macedonios, porque no consultaron con su billetera, sino con el corazón y en su generosidad y compromiso hicieron el esfuerzo de hacerlo. Dar sacrificialmente.