El Plan de Dios para tu vidaMuestra

¿Cómo descubres el plan de Dios para tu vida? 

Si alguna vez has corrido una carrera, sabes que es importante mantener el ritmo adecuado. Si vas demasiado lento, te atrasarás fácilmente y la gente te pasará. Sin embargo, si vas demasiado rápido, podrías agotarte rápidamente y no tener fuerza para terminar la carrera. 

Encontrar el ritmo correcto al correr una carrera puede ser un desafío. Afortunadamente, cuando se trata de nuestra vida cristiana, tenemos a alguien que nos marca El Paso . 

Gálatas 5:25 dice que debemos "vivir por el Espíritu y mantenernos en armonía con el Espíritu". 

Si se supone que debemos mantenernos en armonía con el Espíritu, eso significa que el Espíritu Santo establece el ritmo para nosotros. No debemos quedarnos atrás o correr hacia delante, se supone que debemos mantenernos en sintonía.

Cuando nos mantenemos en sintonía con el Espíritu, Él nos proporciona sabiduría y discernimiento para ayudar a guiar nuestras decisiones. Proverbios 3: 6 dice que cuando nos sometemos a Él, Él dirige nuestros caminos y nos ayuda a enderezarlos.

Vale, todo eso suena genial en teoría. Pero, ¿cómo hacemos para realmente estar en sintonía con el Espíritu?

Aquí hay tres maneras de comenzar:

1.) Busca a Dios a través de Su Palabra. Puesto que estás leyendo este Plan Bíblico en la Biblia App, ¡claramente ya estás en el camino para hacerlo! Haz que sea un hábito leer la Palabra de Dios todos los días. Hay muchos Planes Bíblicos diferentes que puedes comenzar, y si necesitas rendir cuentas, ¡también puedes hacerlo con tu grupo pequeño!

2.) Ora regularmente. No dejes que la idea de la oración te intimide. La oración es simplemente hablarle a Dios, y luego escucharlo. Si te distraes fácilmente (como todos lo hacemos), es útil abrir la aplicación Notas en tu teléfono y anotar en qué debes orar. 

3.) Permanece en comunidad. Mantenerte en sintonía con el Espíritu significa estar cerca de otros seguidores de Cristo con ideas afines. La mejor manera de hacerlo es mantenerte en consonancia con tu grupo pequeño y asistir a la iglesia con regularidad. Aún mejor: comience a servir en algún lugar de la iglesia. Conocerás a gente nueva y desarrollarás amistades más profundas con otros cristianos.