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Esposas y Madres: Las buenas esposas respetan a sus esposos

Dios les ordenó a los esposos que amen a sus esposas, porque esa es la mayor necesidad de la mujer. Pero no les dijo a las esposas que amen a sus esposos. No es que eso sea poco importante, a los hombres les gusta que los amen, pero tienen necesidad absoluta de respeto. No puede haber un matrimonio saludable cuando un hombre no se siente respetado en su propia casa.

Hace un tiempo, en uno de sus episodios, Oprah presentó un panel de mujeres casadas que narraron muchas historias sobre como, cuando se reúnen con otras mujeres, la conversación está dominada por las quejas contra los esposos. Hmm. ¿Es también esa su experiencia? Las mujeres pueden tener menos fuerza física, pero su lengua puede cortar en pedazos el auto respeto del hombre y hacer que se sienta inútil e insignificante.

¿Cómo es el clima emocional en su casa? ¿Podría ser mejor? Puede que se sorprenda al saber que Dios tiene unas ideas sobre el tema; dice en Efesios 5:33: “cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido”. Ahora bien, suponiendo que en realidad Dios le puede estar hablando a usted, ¿cómo puede usar estas palabras para edificar al hombre de su vida?