La Salsa: Busca PrimeroMuestra

Caminar en Humildad y Obediencia
Hoy decidimos caminar en humildad. La humildad no es pensar menos de ti mismo sino pensar menos en ti mismo. Es ocupar el espacio que Dios te ha dado, nada más, nada menos. Vivimos en una época que es lo contrario a hacernos más pequeños. A veces podemos quedar absortos en nuestros logros, sueños, deseos y preocupaciones. Podemos sentir que necesitamos promocionarnos para seguir siendo relevantes, recibir crédito o incluso alcanzar nuestro propósito. La Biblia nos instruye, como seguidores de Cristo, a permanecer humildes y sometidos. Somos empoderados por el Espíritu Santo para tomar conciencia de nosotros mismos en nuestras acciones y luchar contra la tentación de caminar con orgullo. Jesús modeló lo que parecía caminar en humildad por la forma en que vivió y sirvió a los demás en gracia y verdad. Si alguien tenía una excusa para ser orgulloso, era Jesús. ¡Era Dios! La Biblia dice en Filipenses 2:6: "Quien siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse". La próxima vez que te sientas consumido por tus necesidades o deseos, recuerda humillarte magnificando a Dios y poniéndolo en el lugar que le corresponde. Nos rendimos confiando en que Sus caminos son más elevados; así, encontramos paz y libertad.
Aplicación/ Reflexión:
- ¿En qué área tiendes a sentirte orgulloso?
- ¿Cómo el caminar en humildad magnifica a Dios en tu vida?
- ¿Qué puedes hacer hoy para someterte a Dios al caminar en humildad?
Oración:
Señor, te agradezco por recordarme que siempre tienes el control. Te agradezco que puedo mantener mis manos extendidas con mis preocupaciones y mis deseos, confiando en Tu voluntad. Me arrepiento de los caminos que he caminado con orgullo. Me arrepiento de los momentos en que he sido egocéntrico y he perdido el blanco. Mientras me humillo hoy, oro para que me muestres gracia y favor. Te agradezco la relación que tengo Contigo. Oro para que Tu presencia y poder en mi vida sean magnificados mientras me someto. En el nombre de Jesús, oro, amén.
Acerca de este Plan

Durante los próximos 21 días, buscaremos a Dios primero. Al dedicar el comienzo de nuestro año a un tiempo de oración y ayuno, buscaremos la voluntad de Dios para nuestras vidas. En los próximos 21 días, la oración se convertirá en tu salsa y experimentarás una transformación genuina mientras buscas el Reino de Dios.
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