SALMOS 36:1-4
SALMOS 36:1-4 Reina Valera 2020 (RV2020)
La maldad del impío me dice al corazón: «No hay temor de Dios delante de sus ojos». Se jacta, por tanto, ante sus propios ojos, de que su maldad no será hallada y aborrecida. Las palabras de su boca son iniquidad y fraude; ha dejado de ser sensato y de hacer el bien. Maquina maldades en su cama, se aferra al mal en camino, no rechaza la maldad.
SALMOS 36:1-4 La Palabra (versión española) (BLP)
El pecado habla al malvado en el fondo del corazón; el miedo a Dios no existe para él. Se enorgullece de sí mismo, incapaz de descubrir y odiar su culpa. Son sus palabras maldad y mentira, no quiere ser sensato ni obrar bien. En su cama maquina maldades, se aferra al mal camino, no rechaza la maldad.
SALMOS 36:1-4 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Dice el pecador: «Ser impío lo llevo en el corazón». No hay temor de Dios delante de sus ojos. Cree que merece alabanzas y no halla aborrecible su pecado. Sus palabras son inicuas y engañosas; ha perdido el buen juicio y la capacidad de hacer el bien. Aun en su lecho trama hacer el mal; se aferra a su mal camino y persiste en la maldad.