JEREMÍAS 32:6-15
JEREMÍAS 32:6-15 Reina Valera 2020 (RV2020)
Y Jeremías dijo: —La palabra del Señor vino a mí con este mensaje: Hanameel, hijo de tu tío Salum, viene a ti para decirte: «Cómprame mi heredad que está en Anatot, porque tú tienes derecho de compra sobre ellos». Y vino a mí Hanameel, hijo de mi tío, conforme a la palabra del Señor, al patio de la cárcel, y me dijo: «Cómprame ahora la heredad que está en Anatot, en tierra de Benjamín, porque tuyo es el derecho de la herencia y a ti corresponde el rescate; cómprala para ti». Entonces conocí que era palabra del Señor. Le compré el campo de Anatot a mi primo Hanameel, y le pagué por él diecisiete monedas de plata. Redacté la escritura, la sellé, la hice certificar con testigos y pesé el dinero en una balanza. Luego tomé la escritura de venta, sellada según el derecho y costumbre, y la copia abierta. Y entregué la carta de venta a Baruc hijo de Nerías hijo de Maasías, delante de Hanameel, el hijo de mi tío, delante de los testigos que habían suscrito la escritura de venta y delante de todos los judíos que estaban en el patio de la cárcel. Y di esta orden a Baruc delante de ellos: —Así ha dicho el Señor de los ejércitos, Dios de Israel: «Toma estas escrituras, esta escritura de venta, sellada, y esta escritura abierta, y ponlas en una vasija de barro, para que se conserven durante mucho tiempo». Porque así ha dicho el Señor de los ejércitos, Dios de Israel: «Aún se comprarán casas, heredades y viñas en esta tierra».
JEREMÍAS 32:6-15 La Palabra (versión española) (BLP)
Jeremías le había respondido: —Yo he recibido la palabra del Señor en estos términos: Janamel, hijo de tu tío Salún, vendrá a decirte: «Compra mi campo de Anatot, porque tuyo es el derecho de rescatarlo mediante compra». Pues bien, tal como había dicho el Señor, mi primo Janamel vino a verme al patio de la guardia y me dijo: «Compra mi campo de Anatot, en territorio de Benjamín, pues tú tienes el derecho de adquisición y de rescate; cómpramelo». Yo me di cuenta de que se trataba de la palabra del Señor. Así que compré el campo de Anatot a mi primo. El dinero que pesé ascendía a diecisiete siclos de plata. Firmé el contrato y lo sellé en presencia de los testigos, y pesé la plata en la balanza. Después tomé el contrato de compra, ya sellado, con el acuerdo y las condiciones, y una copia abierta. A continuación entregué el contrato de compra a Baruc, hijo de Nerías y nieto de Majsías, en presencia de mi primo Janamel, de los testigos que habían firmado el contrato y de los judíos que estaban en el patio de la guardia. En presencia de todos, di esta orden a Baruc: —Así dice el Señor del universo, Dios de Israel: Toma estos contratos de compra, el que está sellado y la copia abierta, y mételos en un recipiente de loza, para que se conserven durante mucho tiempo. Pues así dice el Señor del universo, Dios de Israel: Se volverán a comprar casas, campos y viñas en esta tierra.
JEREMÍAS 32:6-15 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Y dijo Jeremías: “El Señor se dirigió a mí, y me dijo: ‘Mira, tu primo Hanamel, el hijo de tu tío Salum, vendrá a proponerte que le compres un terreno que tiene en Anatot, pues tú tienes el derecho de comprarlo por ser el pariente más cercano.’ Tal como el Señor me dijo, mi primo Hanamel vino a verme al patio de la guardia y me pidió que le comprara el campo que tenía en Anatot, en territorio de la tribu de Benjamín, porque yo tenía el derecho de comprarlo y quedarme con él, por ser el pariente más cercano. Al darme cuenta de que aquello era una orden del Señor, compré el campo a mi primo Hanamel. Le entregué diecisiete monedas de plata, que fue el precio convenido, y puse el contrato por escrito, sellado y firmado por los testigos. Luego tomé las dos copias del contrato, una sellada y con las condiciones de compra, y otra abierta, y se las di a Baruc, hijo de Nerías y nieto de Maaseías, delante de mi primo Hanamel, de los testigos que habían firmado el contrato y de todos los judíos que estaban sentados en el patio de la guardia. Delante de ellos dije a Baruc: ‘El Señor todopoderoso, el Dios de Israel, dice: Toma las dos copias de este contrato, la sellada y la abierta, y guárdalas en una vasija de barro para que se conserven mucho tiempo. Pues el Señor todopoderoso, el Dios de Israel, dice: En esta tierra volverán a comprarse casas, campos y viñedos.’
JEREMÍAS 32:6-15 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Jeremías respondió: «La palabra del SEÑOR vino a mí, y me dijo: “Janamel, hijo de tu tío Salún, vendrá a pedirte que le compres el campo que está en Anatot, pues tienes el derecho y la responsabilidad de comprarlo por ser el pariente más cercano”. »En efecto, conforme a la palabra del SEÑOR, mi primo Janamel vino a verme en el patio de la guardia y me dijo: “Compra ahora mi campo que está en Anatot, en el territorio de Benjamín, ya que tú tienes el derecho y la responsabilidad de comprarlo por ser el pariente más cercano”. Entonces comprendí que esto era palabra del SEÑOR, y le compré a mi primo Janamel el campo de Anatot por diecisiete monedas de plata. Reuní a los testigos, firmé la escritura, la sellé y pagué el precio convenido. Luego tomé la copia sellada y la copia abierta de la escritura con las condiciones de compra, y se las entregué a Baruc, hijo de Nerías y nieto de Maseías, en presencia de Janamel, de los testigos que habían firmado la escritura y de todos los judíos que estaban sentados en el patio de la guardia. Con ellos como testigos, le ordené a Baruc: “Así dice el SEÑOR Todopoderoso, el Dios de Israel: ‘Toma la copia sellada y la copia abierta de esta escritura, y guárdalas en una vasija de barro para que se conserven mucho tiempo’. Porque así dice el SEÑOR Todopoderoso, el Dios de Israel: ‘De nuevo volverán a comprarse casas, campos y viñedos en esta tierra’ ”.