ECLESIASTÉS 7:1-6
ECLESIASTÉS 7:1-6 Reina Valera 2020 (RV2020)
Mejor es la buena fama que el buen perfume, y mejor el día de la muerte que el día del nacimiento. Mejor es ir a la casa del luto que a la casa del banquete, porque aquello es el fin de todos los seres humanos, y el que vive lo tendrá presente en su corazón. Mejor es el pesar que la risa, porque con la tristeza del rostro se enmienda el corazón. El corazón de los sabios está en la casa del luto, mas el corazón de los insensatos, en la casa donde reina la alegría. Mejor es oír la reprensión del sabio que la canción de los necios, porque la risa del necio es como el crepitar de los espinos debajo de la olla. Y también esto es vanidad.
ECLESIASTÉS 7:1-6 La Palabra (versión española) (BLP)
Más vale buen nombre que buen perfume, y el día de la muerte más que el día del nacimiento. Mejor ir a un duelo que a una fiesta, porque en duelo acaba toda vida humana, y el que aún vive debe tenerlo en cuenta. Más vale pena que risa, pues tras una cara triste hay un corazón feliz. Los sabios piensan en la muerte, los necios en la diversión. Más vale oír reprensión de sabio que escuchar coplas de necios; como crepitar de cardos bajo la olla así es la risa del necio; y esto también es vana ilusión.
ECLESIASTÉS 7:1-6 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Vale más la buena fama que el buen perfume. Vale más el día en que se muere que el día en que se nace. Vale más ir a un funeral que ir a divertirse, pues la muerte es el fin de todo hombre, y los que viven debieran recordarlo. Vale más llorar que reir, pues podrá hacerle mal al semblante pero le hace bien al corazón. El sabio piensa en la muerte, pero el necio, en ir a divertirse. Vale más oir reprensiones de sabios que alabanzas de necios. Las risas del necio se parecen al crujir de las zarzas en el fuego, y también son vana ilusión.
ECLESIASTÉS 7:1-6 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Vale más el buen nombre que el buen perfume. Vale más el día en que se muere que el día en que se nace. Vale más ir a un funeral que a un festival. Pues la muerte es el fin de todo hombre, y los que viven debieran tenerlo presente. Vale más llorar que reír; pues entristece el rostro, pero le hace bien al corazón. El sabio tiene presente la muerte; el necio solo piensa en la diversión. Vale más reprensión de sabios que lisonja de necios. Pues las carcajadas de los necios son como el crepitar de las espinas bajo la olla. ¡Y también esto es absurdo!