1 PEDRO 1:22-25
1 PEDRO 1:22-25 Reina Valera 2020 (RV2020)
Al obedecer a la verdad, mediante el Espíritu, habéis purificado vuestras almas para amaros sinceramente como hermanos. Así que amaos unos a otros entrañablemente, con corazón puro, pues habéis nacido de nuevo, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre, porque: Toda carne es como hierba y toda la gloria del hombre como flor de la hierba; la hierba se seca y la flor se cae, mas la palabra del Señor permanece para siempre .
1 PEDRO 1:22-25 La Palabra (versión española) (BLP)
Obedientes a la verdad, habéis eliminado cuanto impide una auténtica fraternidad. Amaos, pues, intensa y entrañablemente unos a otros ya que habéis nacido de nuevo, no de un germen mortal, sino de uno inmortal, mediante la palabra de Dios viva y permanente. Porque está escrito: Todo mortal es como hierba; toda su hermosura como flor de hierba. Se agosta la hierba y cae la flor. Pero la palabra de Dios perdura para siempre .
1 PEDRO 1:22-25 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Ahora, al obedecer al mensaje de la verdad, habéis purificado vuestras almas para amar sinceramente a los hermanos. Amaos, pues, unos a otros con corazón puro y con todas vuestras fuerzas, pues habéis vuelto a nacer, y esta vez no de padres mortales, sino de la palabra de Dios, viva y permanente. Porque la Escritura dice: “Todo hombre es como hierba, y su grandeza es como la flor de la hierba. La hierba se seca y la flor se cae, pero la palabra del Señor permanece para siempre.” Esta palabra es el evangelio que se os ha anunciado.
1 PEDRO 1:22-25 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Ahora que os habéis purificado obedeciendo a la verdad y tenéis un amor sincero por los hermanos, amaos de todo corazón los unos a los otros. Pues habéis nacido de nuevo, no de simiente perecedera, sino de simiente imperecedera, mediante la palabra de Dios que vive y permanece. Porque «todo mortal es como la hierba, y toda su gloria como la flor del campo; la hierba se seca y la flor se cae, pero la palabra del Señor permanece para siempre». Y esta es la palabra del evangelio que se os ha anunciado.