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ZACARÍAS 9:1-10

ZACARÍAS 9:1-10 La Palabra (versión española) (BLP)

Oráculo: La palabra del Señor llega al país de Jadrac y en Damasco se detiene, pues al Señor pertenecen las ciudades de Siria, así como las tribus de Israel. Y también le pertenece su vecina Jamat, junto con Tiro y Sidón prototipos de sabiduría. Tiro se construyó una fortaleza; acumuló tanta plata como polvo, y tanto oro como barro hay desparramado por las calles. Pero el Señor la despojará de todo, hundirá en el mar su poderío y será consumida por el fuego. Se espantará al verlo Ascalón, se estremecerá Gaza de terror, y Ecrón quedará sin esperanza. Será eliminado el rey de Gaza, quedará Ascalón sin habitantes, y en Asdod vivirán razas mezcladas. Abatiré la soberbia filistea, arrancaré de su boca la presa todavía ensangrentada, y de entre sus dientes los manjares que me son aborrecibles. También de ellos quedará un resto para nuestro Dios; serán como clanes de Judá, y los de Ecrón como si fueran jebuseos. Montaré guardia en torno a mi Templo contra todos los que intenten invadirlo; ningún opresor pasará por allí porque mis ojos están vigilantes. Salta de alegría, Sion; grita jubilosa, Jerusalén, porque ya llega tu rey, justo y victorioso, humilde y montado sobre un asno, sobre un borrico, retoño de asna. Destruirá los carros de guerra de Efraín y aniquilará la caballería de Jerusalén; quebrará los arcos de guerra y anunciará la paz a las naciones. Dominará de un mar a otro mar, desde el río Éufrates hasta los confines de la tierra.

ZACARÍAS 9:1-10 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

Este es el mensaje que el Señor comunicó contra el país de Hadrac y la ciudad de Damasco: “Las ciudades de Siria pertenecen al Señor, lo mismo que todas las tribus de Israel. También le pertenecen Hamat, vecina de aquellas ciudades, y Tiro y Sidón con toda su cultura. Tiro construyó fortificaciones, y amontonó oro y plata como quien amontona barro. Pero el Señor se lo quitará todo, arrojará al mar su riqueza y quemará por completo la ciudad. “Cuando la ciudad de Ascalón vea esto, se llenará de espanto. Gaza también sufrirá mucho, y las esperanzas de Ecrón rodarán por los suelos. ¡Gaza quedará sin rey y Ascalón sin habitantes! En Asdod vivirá una raza mezclada, y así humillaré el orgullo de los filisteos. Les quitaré de la boca la carne con sangre que comen; y de entre los dientes, los alimentos prohibidos. Pero de esa gente habrá algunos que quedarán para mí; llegarán a ser parte de Judá, y Ecrón será como los jebuseos. Y yo estaré atento para defender a los míos frente a cualquiera que pase por aquí. El opresor no volverá a oprimirlos, porque ahora yo vigilo con mis propios ojos.” ¡Alégrate mucho, ciudad de Sión! ¡Canta de alegría, ciudad de Jerusalén! Tu rey viene a ti, justo y victorioso, pero humilde, montado en un asno, en un burrito, cría de una asna. Él destruirá los carros de Efraín, los caballos de Jerusalén y los arcos de guerra. Anunciará paz a las naciones y gobernará de mar a mar, del Éufrates al último rincón del mundo.

ZACARÍAS 9:1-10 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

Esta profecía es la palabra del SEÑOR, la cual caerá sobre la tierra de Jadrac y sobre Damasco. Ciertamente el SEÑOR tiene puestos los ojos sobre la humanidad y sobre todas las tribus de Israel, como también sobre Jamat, su vecina, y sobre Tiro y Sidón, aunque sean muy sabias. Tiro se ha edificado una fortaleza; ha amontonado plata como polvo, y oro como lodo de las calles. Pero el Señor le quitará sus posesiones; arrojará al mar sus riquezas, y el fuego la devorará. Lo verá Ascalón, y se llenará de miedo; Gaza se retorcerá en agonía, y lo mismo hará Ecrón al ver marchita su esperanza. Gaza se quedará sin rey, y Ascalón sin habitantes. Bastardos habitarán en Asdod, y yo aniquilaré el orgullo de los filisteos. De la boca les quitaré la sangre, y de entre los dientes el alimento prohibido. También los filisteos serán un remanente de nuestro Dios; se convertirán en jefes de Judá, y Ecrón será como los jebuseos. Montaré guardia junto a mi casa para que nadie entre ni salga. ¡Nunca más un opresor invadirá a mi pueblo, porque ahora me mantengo vigilante! ¡Alégrate mucho, hija de Sión! ¡Grita de alegría, hija de Jerusalén! Mira, tu rey viene hacia ti, justo, Salvador y humilde. Viene montado en un asno, en un pollino, cría de asna. Destruirá los carros de Efraín y los caballos de Jerusalén. Quebrará el arco de combate y proclamará paz a las naciones. Su dominio se extenderá de mar a mar, ¡desde el río Éufrates hasta los confines de la tierra!