ZACARÍAS 3:3-10
ZACARÍAS 3:3-10 Reina Valera 2020 (RV2020)
Josué, que estaba vestido con ropas sucias, permanecía en pie delante del ángel. Habló el ángel y ordenó a los que estaban delante de él: —Quitadle esas ropas sucias. Y a él dijo: —Mira que he quitado de ti tu pecado y te he hecho vestir de ropas de gala. Después dijo: —Pongan un turbante limpio sobre su cabeza. Pusieron un turbante limpio sobre su cabeza y lo vistieron de gala. Y el ángel del Señor seguía en pie. Después, el ángel del Señor amonestó a Josué: «Así dice el Señor de los ejércitos: Si andas por mis caminos y si guardas mi ordenanza, entonces tú gobernarás mi Casa y guardarás mis atrios, y te daré lugar entre estos que están aquí. Escucha pues, ahora, Josué, sumo sacerdote, tú y tus amigos que se sientan delante de ti, pues sois como una señal profética: Yo traigo a mi siervo, el Renuevo. Mirad la piedra que puse delante de Josué: es única y tiene siete ojos. Yo mismo grabaré su inscripción, dice el Señor de los ejércitos, y quitaré en un solo día el pecado de la tierra. En aquel día, dice el Señor de los ejércitos, cada uno de vosotros convidará a su compañero a sentarse debajo de su vid y debajo de su higuera».
ZACARÍAS 3:3-10 La Palabra (versión española) (BLP)
Estaba Josué vestido con ropas sucias de pie en presencia del ángel que se dirigió a los que estaban junto a él y les ordenó: —Quitadle esas ropas sucias. A continuación dijo a Josué: —Mira, te libro de tu pecado y te visto con traje de fiesta. Y añadió: —Que pongan un turbante limpio sobre su cabeza. Pusieron, en efecto, sobre su cabeza un turbante limpio y lo revistieron de sus vestiduras. Entonces el ángel del Señor, que permanecía en pie, hizo este pacto con Josué: «Así dice el Señor del universo: Si sigues mis caminos y cumples mis preceptos, estarás al cargo de mi Templo, custodiarás mis atrios y te daré un puesto entre los que están a mi servicio». Escucha, además, sumo sacerdote Josué, tanto tú como los compañeros que se sientan ante ti y que constituyen un presagio profético: Mirad que voy a suscitar a mi siervo Germen. Y ahí está la piedra que pongo ante Josué, una piedra única que tiene siete ojos y sobre la que voy a grabar su inscripción —oráculo del Señor del universo—. En un solo día borraré la iniquidad de esta tierra, y aquel día —oráculo del Señor del universo— os invitaréis unos a otros a la sombra de la parra y de la higuera.
ZACARÍAS 3:3-10 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Josué, vestido con ropas muy sucias, permanecía de pie en presencia del ángel del Señor. Entonces el ángel ordenó a sus ayudantes que quitaran a Josué aquellas ropas sucias, y luego le dijo: “Mira, esto significa que te he quitado tus pecados. ¡Ahora haré que te vistan de fiesta!” En seguida ordenó a sus ayudantes que pusieran a Josué un turbante limpio en la cabeza. Ellos se lo pusieron, y después le vistieron con ropas de fiesta. Mientras tanto, el ángel permanecía de pie. Luego el ángel del Señor dijo a Josué: “Esto dice el Señor todopoderoso: ‘Anda por mis caminos y cumple todos los deberes que te he encomendado. Si así lo haces, quedarás encargado de mi templo. Cuidarás de él y de sus atrios, y yo te daré un puesto entre estos ángeles que están a mi servicio. Escucha bien, Josué, sumo sacerdote, y escuchen también tus compañeros de la junta sacerdotal, pues todos vosotros sois como una señal profética: Voy a traer a mi siervo, el Retoño. Yo he puesto delante de Josué una piedra de siete caras, y yo mismo grabaré en ella una inscripción. Luego, en un solo día, quitaré el pecado de este país. Cuando llegue ese día, podréis invitaros unos a otros a disfrutar de paz a la sombra de vuestras vides y vuestras higueras. Yo, el Señor todopoderoso, lo afirmo.’ ”
ZACARÍAS 3:3-10 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Josué estaba vestido con ropas sucias en presencia del ángel. Así que el ángel les dijo a los que estaban allí, dispuestos a servirle: «¡Quitadle las ropas sucias!» Y a Josué le dijo: «Como puedes ver, ya te he liberado de tu culpa, y ahora voy a vestirte con ropas espléndidas». Entonces dije yo: «¡Ponedle también un turbante limpio en la cabeza!» Y le pusieron en la cabeza un turbante limpio, y le vistieron, mientras el ángel del SEÑOR permanecía de pie. Luego el ángel del SEÑOR le hizo esta advertencia a Josué: «Así dice el SEÑOR Todopoderoso: »“Si andas en mis caminos y cumples como sacerdote, entonces gobernarás mi templo y te harás cargo de mis atrios. ¡Yo te concederé un lugar entre estos que están aquí! »”Escucha, Josué, sumo sacerdote, y que lo oigan tus compañeros, que se sientan en tu presencia y que son un buen presagio: Voy a traer a mi siervo, voy a traer al Renuevo. ¡Mira, Josué, la piedra que ante ti he puesto! Hay en ella siete ojos, y en ella pondré una inscripción. ¡En un solo día borraré el pecado de esta tierra! —afirma el SEÑOR Todopoderoso—. »”En aquel día, cada uno de vosotros invitará a su vecino a sentarse debajo de su vid y de su higuera, afirma el SEÑOR Todopoderoso”».