ZACARÍAS 2:10-13
ZACARÍAS 2:10-13 Reina Valera 2020 (RV2020)
Canta y alégrate, hija de Sion, porque yo vengo a habitar en medio de ti, ha dicho el Señor. Muchas naciones se unirán al Señor en aquel día, y me serán por pueblo, y habitaré en medio de ti, y entonces conocerás que el Señor de los ejércitos me ha enviado a ti. El Señor poseerá a Judá, su heredad en la tierra santa, y escogerá aún a Jerusalén. ¡Que calle todo el mundo delante del Señor, porque él se ha levantado de su santa morada!
ZACARÍAS 2:10-13 La Palabra (versión española) (BLP)
¡Ea, vamos! Escapad del país del norte —oráculo del Señor—. Yo os dispersé —dice el Señor— por los cuatro puntos cardinales; pues bien, ¡arriba, Sion!, trata de ponerte a salvo, tú que habitas en Babilonia. Esto dice el Señor del universo —de quien soy su mensajero autorizado— acerca de las naciones que os despojaron: El que os toca a vosotros, toca a las niñas de mis ojos. Yo castigaré a esas naciones que serán botín de sus esclavos, y así reconoceréis que he sido enviado por el Señor del universo.
ZACARÍAS 2:10-13 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
El Señor afirma: “¡Cantad de alegría, habitantes de Jerusalén, porque yo vengo a vivir entre vosotros!” Cuando esto suceda, muchas naciones se unirán al Señor, y él dirá: “También estas naciones serán pueblo mío; y yo viviré entonces entre vosotros.” Así comprenderéis que el Señor todopoderoso me ha enviado. El Señor tomará nuevamente a Judá como su posesión especial en la tierra santa, y proclamará de nuevo a Jerusalén como su ciudad elegida. ¡Que todo el mundo guarde silencio ante el Señor, pues él viene a nosotros desde el santo lugar donde habita!
ZACARÍAS 2:10-13 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»¡Grita de alegría, hija de Sión! ¡Yo vengo a habitar en medio de ti! —afirma el SEÑOR—. »En aquel día, muchas naciones se unirán al SEÑOR. Ellas serán mi pueblo, y yo habitaré entre ellas. »Así sabréis que el SEÑOR Todopoderoso es quien me ha enviado a vosotros. El SEÑOR tomará posesión de Judá, su porción en tierra santa, y de nuevo escogerá a Jerusalén. ¡Que todo el mundo guarde silencio ante el SEÑOR, que ya avanza desde su santa morada!»