ZACARÍAS 13:1-3
ZACARÍAS 13:1-3 Reina Valera 2020 (RV2020)
En aquel tiempo habrá un manantial abierto para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, para la purificación del pecado y de la inmundicia. Y en aquel día, dice el Señor de los ejércitos, quitaré del país los nombres de las imágenes, y nunca más serán recordados; también exterminaré de la tierra a los profetas y al espíritu de inmundicia. Y acontecerá que si alguno continúa profetizando, le dirán el padre y la madre que lo engendraron: «Tú no vivirás, porque has hablado mentira en el nombre del Señor». Y el padre y la madre que lo engendraron lo traspasarán cuando profetice.
ZACARÍAS 13:1-3 La Palabra (versión española) (BLP)
Aquel día surgirá un manantial donde la dinastía de David y los habitantes de Jerusalén puedan lavar su pecado y su impureza. Aquel día —oráculo del Señor del universo— extirparé de esta tierra los nombres de los ídolos a los que ya nunca más se invocará; haré también que desaparezcan de esta tierra los [falsos] profetas y el espíritu de impureza. Y si alguno sigue profetizando, el padre y la madre que lo engendraron le dirán: «No mereces vivir, pues anuncias mentiras en nombre del Señor». Y sus mismos padres lo pasarán a espada cuando él se haga pasar por profeta.
ZACARÍAS 13:1-3 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
“En aquel tiempo se abrirá un manantial, para que en él puedan lavar sus pecados y su impureza los descendientes de David y los habitantes de Jerusalén. Y en todo este país destruiré hasta los nombres de los ídolos, para que no sigan siendo invocados. Y también quitaré del país a los profetas y a todo espíritu impuro. Yo, el Señor, doy mi palabra. “Entonces, cuando alguno quiera profetizar, sus propios padres le dirán: ‘¡Tú has de morir, porque pretendes hacer pasar tus mentiras por mensajes del Señor!’ ¡Sus propios padres lo apuñalarán cuando se esté haciendo pasar por profeta!
ZACARÍAS 13:1-3 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»En aquel día se abrirá una fuente para lavar del pecado y de la impureza a la casa real de David y a los habitantes de Jerusalén. »En aquel día arrancaré del país los nombres de los ídolos, y nunca más volverán a ser invocados —afirma el SEÑOR Todopoderoso—. También eliminaré del país a los profetas y la impureza que los inspira. Y, si hubiera todavía alguno que quisiera profetizar, sus propios padres le dirán: “Has mentido en el nombre del SEÑOR. Por tanto, debes morir”. Y, por meterse a profeta, sus propios padres lo traspasarán con espada.