ROMANOS 1:5-10
ROMANOS 1:5-10 Reina Valera 2020 (RV2020)
Por medio de él recibimos la gracia del apostolado para conducir a todas las naciones a la obediencia de la fe por amor de su nombre. Entre esas naciones también estáis vosotros, llamados a ser de Jesucristo. A todos los que estáis en Roma, amados de Dios y llamados a ser santos: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. En primer lugar, doy gracias a mi Dios por medio de Jesucristo por todos vosotros, pues por todo el mundo es anunciada vuestra fe. Dios, a quien sirvo de todo corazón con el anuncio del evangelio de su Hijo, es testigo de que me acuerdo siempre de vosotros en mis oraciones, y ruego a Dios que de alguna manera, si es su voluntad, me abra el camino para ir a visitaros.
ROMANOS 1:5-10 La Palabra (versión española) (BLP)
de quien he recibido, para gloria de su nombre, el don de ser apóstol, a fin de que todas las naciones respondan a la fe. Entre ellas os contáis vosotros, elegidos para pertenecer a Jesucristo. A todos los que residís en Roma y habéis sido elegidos por Dios con amor para formar parte de su pueblo, os deseo gracia y paz de parte de Dios, nuestro Padre, y de Jesucristo, el Señor. Quiero empezar dando gracias por todos vosotros a mi Dios, mediante Jesucristo, porque en el mundo entero se habla con admiración de vuestra fe. Dios mismo, a quien sirvo de todo corazón anunciando el evangelio de su Hijo, puede garantizar que pienso constantemente en vosotros. Una y otra vez insto a Dios en mis oraciones, a ver si tiene a bien facilitarme el que por fin pueda visitaros.
ROMANOS 1:5-10 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Por medio de Jesucristo, Dios me ha concedido el privilegio de ser su apóstol, para que en todas las naciones haya quienes crean en él y le obedezcan. Entre ellos estáis también vosotros, que vivís en la ciudad de Roma. Dios os ama, y os ha llamado a ser de Jesucristo y formar parte del pueblo santo. Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo derramen su gracia y su paz sobre vosotros. En primer lugar, por medio de Jesucristo doy gracias a mi Dios por cada uno de vosotros, porque en todas partes se habla de vuestra fe. Dios, a quien sirvo con todo mi corazón anunciando el evangelio de su Hijo, es testigo de que continuamente os recuerdo en mis oraciones; y pido siempre a Dios que, si es su voluntad, me conceda ir por fin a visitaros.
ROMANOS 1:5-10 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Por medio de él, y en honor a su nombre, recibimos el don apostólico para persuadir a todas las naciones que obedezcan a la fe. Entre ellas estáis incluidos también vosotros, a quienes Jesucristo ha llamado. Os escribo a todos vosotros, los amados de Dios que estáis en Roma, que habéis sido llamados a ser santos. Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo os concedan gracia y paz. En primer lugar, doy gracias a mi Dios por medio de Jesucristo por todos vosotros, pues en el mundo entero se habla bien de vuestra fe. Dios, a quien sirvo de corazón predicando el evangelio de su Hijo, me es testigo de que os recuerdo sin cesar. Siempre pido en mis oraciones que, si es la voluntad de Dios, por fin se me abra ahora el camino para ir a visitaros.