APOCALIPSIS 14:6-13
APOCALIPSIS 14:6-13 Reina Valera 2020 (RV2020)
Luego vi a otro ángel volar por en medio del cielo. Tenía el evangelio eterno para proclamarlo a los habitantes de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo. Decía a gran voz: —¡Temed a Dios y dadle honor, porque la hora de su juicio ha llegado. Adorad al que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas! Otro ángel lo siguió, y dijo: —Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino de la ira de su inmoralidad sexual. Y un tercer ángel los siguió, y dijo a gran voz: —El que adore a la bestia y a su imagen y reciba la marca en su frente o en su mano, también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vertido sin mezcla alguna en la copa de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero. El humo de su tormento sube para siempre jamás. No tendrán descanso ni de día ni de noche los que adoren a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre. Aquí se comprobará la paciencia de los santos, de los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. Y oí una voz que me decía desde el cielo: —Escribe: «Dichosos desde ahora en adelante los que mueren en el Señor». Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, pues sus obras los acompañan.
APOCALIPSIS 14:6-13 La Palabra (versión española) (BLP)
Vi también otro ángel que volaba por lo más alto del cielo. Tenía un evangelio eterno que anunciar a los habitantes de la tierra; a todas las razas, naciones, lenguas y pueblos. Decía con voz poderosa: —Temed a Dios y dadle gloria, porque ha sonado la hora del juicio. Adorad al creador del cielo y de la tierra, del mar y de los manantiales de agua. Un segundo ángel lo seguía, proclamando: —¡Por fin cayó la orgullosa Babilonia, la que emborrachó al mundo entero con el vino de su desenfrenada lujuria! Y un tercer ángel seguía a los dos anteriores, clamando con voz poderosa: —¡Adorad, si queréis, a la bestia y a su imagen! ¡Dejaos tatuar su marca, si os place, en la frente o en la mano! Pero entonces, disponeos a beber el vino de la ira de Dios que ha sido vertido sin mezcla alguna en la copa de su furor, disponeos a ser torturados con fuego y azufre en presencia de los santos ángeles y del Cordero. El tormento será eterno y no habrá descanso ni de día ni de noche para quienes adoren a la bestia y a su imagen, para quienes se hayan dejado tatuar su nombre. ¡Ha sonado la hora de poner a prueba la firmeza de los consagrados a Dios, de los que cumplen los mandamientos de Dios y son fieles a Jesús! Y oí una voz que decía desde el cielo: —Escribe esto: «Dichosos desde ahora los muertos que mueren en el Señor. El Espíritu mismo les asegura el descanso de sus fatigas, por cuanto sus buenas obras los acompañan».
APOCALIPSIS 14:6-13 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Vi otro ángel, que volaba en lo alto del cielo y que llevaba un mensaje eterno para anunciarlo a los que viven en la tierra, a todas las naciones, razas, lenguas y pueblos. Decía con fuerte voz: “Temed a Dios y dadle alabanza, pues ya llegó la hora en que él ha de juzgar. Adorad al que hizo el cielo y la tierra, el mar y los manantiales.” Le siguió un segundo ángel, que decía: “¡Cayó, cayó la gran Babilonia, la que emborrachó a todas las naciones con el vino de su prostitución!” Luego les siguió otro ángel, el tercero, que decía con fuerte voz: “Quien adore al monstruo y a su imagen y se deje poner su marca en la frente o en la mano, tendrá que beber el vino del terrible castigo que viene de Dios y que él ha preparado puro en la copa de su ira; será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero. El humo de su tormento sube por todos los siglos, y no hay descanso de día ni de noche para los que adoran al monstruo y a su imagen y reciben la marca de su nombre.” ¡Ahí se verá la fortaleza del pueblo santo, de los que cumplen sus mandamientos y siguen fieles a Jesús! Oí entonces una voz del cielo, que me decía: “Escribe esto: ‘Dichosos de aquí en adelante los que mueren unidos al Señor.’ ” “Sí –dice el Espíritu–, ellos descansarán de sus trabajos, pues sus obras los acompañan.”
APOCALIPSIS 14:6-13 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Luego vi a otro ángel que volaba en medio del cielo, y que llevaba el evangelio eterno para anunciarlo a los que viven en la tierra, a toda nación, raza, lengua y pueblo. Gritaba a gran voz: «Temed a Dios y dadle gloria, porque ha llegado la hora de su juicio. Adorad al que hizo el cielo, la tierra, el mar y los manantiales». Lo seguía un segundo ángel que gritaba: «¡Ya cayó! Ya cayó la gran Babilonia, la que hizo que todas las naciones bebieran el excitante vino de su adulterio». Los seguía un tercer ángel que clamaba a grandes voces: «Si alguien adora a la bestia y a su imagen, y se deja poner en la frente o en la mano la marca de la bestia, beberá también el vino del furor de Dios, que en la copa de su ira está puro, no diluido. Será atormentado con fuego y azufre, en presencia de los santos ángeles y del Cordero. El humo de ese tormento sube por los siglos de los siglos. No habrá descanso ni de día ni de noche para el que adore a la bestia y su imagen, ni para quien se deje poner la marca de su nombre». ¡En esto consiste la perseverancia de los santos, los cuales obedecen los mandamientos de Dios y se mantienen fieles a Jesús! Entonces oí una voz del cielo, que decía: «Escribe: Dichosos los que de ahora en adelante mueren en el Señor». «Sí —dice el Espíritu—, ellos descansarán de sus fatigosas tareas, pues sus obras los acompañan».