SALMOS 3:1-8
SALMOS 3:1-8 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Señor, muchos son mis enemigos, muchos son los que se han puesto en contra mía, muchos son los que dicen de mí: “¡Dios no va a salvarlo!” Pero tú, Señor, eres mi escudo protector, eres mi gloria, eres quien me reanima. A gritos pido ayuda al Señor, y él me contesta desde su monte santo. Me acuesto y duermo, y vuelvo a despertar, porque el Señor me da su apoyo. No me asusta ese enorme ejército que me rodea dispuesto a atacarme. ¡Levántate, Señor! ¡Sálvame, Dios mío! Tú golpearás en la cara a mis enemigos; ¡romperás los dientes a los malvados! Tú, Señor, eres quien salva; ¡bendice, pues, a tu pueblo!
SALMOS 3:1-8 Reina Valera 2020 (RV2020)
¡Señor, cuánto se han multiplicado mis adversarios! Muchos son los que se levantan contra mí; muchos son los que dicen de mí: «No hay para él salvación en Dios». Selah Mas tú, Señor, eres escudo alrededor de mí; mi gloria, y el que levanta mi cabeza. Con mi voz clamé al Señor y él me respondió desde su monte santo. Selah Yo me acosté y dormí, y desperté, porque el Señor me sustentaba. No temeré ni a una gran multitud que ponga sitio contra mí. ¡Levántate, Señor! ¡Sálvame, Dios mío! Tú heriste a todos mis enemigos en la mejilla; los dientes de los perversos rompiste. La salvación es del Señor. ¡Sobre tu pueblo sea tu bendición! Selah
SALMOS 3:1-8 La Palabra (versión española) (BLP)
Señor, ¡son tantos mis enemigos, tantos quienes se alzan contra mí! ¡Tantos los que de mí dicen: «No tiene salvación en Dios»! [Pausa] Pero tú, Señor, eres mi escudo, mi gloria, quien me enaltece. Cuando clamo al Señor, él me responde desde su monte santo. [Pausa] Me acuesto y me quedo dormido, me despierto porque el Señor me sostiene. No temo a esa ingente multitud que me ha puesto cerco por doquier. ¡Ponte en acción, Señor! ¡Sálvame, Dios mío!, tú que golpeaste la mejilla de mis enemigos, tú que rompiste los dientes de los malvados. La salvación viene del Señor, ¡que tu bendición descienda sobre tu pueblo! [Pausa]
SALMOS 3:1-8 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Señor, muchos son mis enemigos, muchos son los que se han puesto en contra mía, muchos son los que dicen de mí: “¡Dios no va a salvarlo!” Pero tú, Señor, eres mi escudo protector, eres mi gloria, eres quien me reanima. A gritos pido ayuda al Señor, y él me contesta desde su monte santo. Me acuesto y duermo, y vuelvo a despertar, porque el Señor me da su apoyo. No me asusta ese enorme ejército que me rodea dispuesto a atacarme. ¡Levántate, Señor! ¡Sálvame, Dios mío! Tú golpearás en la cara a mis enemigos; ¡romperás los dientes a los malvados! Tú, Señor, eres quien salva; ¡bendice, pues, a tu pueblo!
SALMOS 3:1-8 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Muchos son, SEÑOR, mis enemigos; muchos son los que se oponen a mí, y muchos los que de mí aseguran: «Dios no lo salvará». Selah Pero tú, SEÑOR, me rodeas cual escudo; tú eres mi gloria; ¡tú mantienes en alto mi cabeza! Clamo al SEÑOR a gritos, y desde su monte santo él me responde. Selah Yo me acuesto, me duermo y vuelvo a despertar, porque el SEÑOR me sostiene. No me asustan los numerosos pueblos que me acosan por doquier. ¡Levántate, SEÑOR! ¡Ponme a salvo, Dios mío! ¡Rómpeles la quijada a mis enemigos! ¡Rómpeles los dientes a los malvados! Tuya es, SEÑOR, la salvación; ¡envía tu bendición sobre tu pueblo! Selah