PROVERBIOS 27:13-27
PROVERBIOS 27:13-27 Reina Valera 2020 (RV2020)
Quítale su ropa al que salió fiador por el extraño, y tómale prenda al que fía a la mujer ajena. A quien de madrugada bendice en alta voz a su amigo, por maldición se le contará. Gotera continua en tiempo de lluvia y mujer pendenciera, son semejantes: pretender contenerla es como querer refrenar el viento o retener el aceite en la mano derecha. El hierro con hierro se afila; y el hombre, en contacto con su prójimo. Quien cuida la higuera comerá su fruto, y el que mira por los intereses de su señor recibirá honores. Como la figura en el agua es reflejo del rostro, así el hombre se refleja en el corazón del hombre. Como el seol y el Abadón nunca se sacian, así los ojos del hombre nunca están satisfechos. En el crisol se prueba la plata, en el horno el oro, y al hombre en la boca del que le alaba. Aunque majes al necio en un mortero, entre granos de trigo majados con el pisón, no se apartará de él su necedad. Sé diligente en conocer el estado de tus ovejas y mira con cuidado por tus rebaños, porque las riquezas no duran para siempre, ni una corona es para generaciones perpetuas. Saldrá la grama, brotará la hierba y será cortado el pasto de los montes; tendrás corderos para vestirte, cabritos para el precio del campo y las cabras te darán leche suficiente para alimentarte a ti y a tu familia, y para mantener a tus criadas.
PROVERBIOS 27:13-27 La Palabra (versión española) (BLP)
Quítale el vestido por ser fiador de extraños, tómale prenda pues avaló a un desconocido. Quien de madrugada saluda a gritos al vecino es igual que si lo estuviera insultando. Da lo mismo mujer pendenciera que gotera incesante en día de lluvia; contenerla es contener al viento y recoger aceite con la mano. El hierro se aguza con hierro; la persona, en contacto con su prójimo. Quien cuida una higuera come su fruto, quien vela por su amo recibe honores. Como el agua es espejo del rostro, la conciencia lo es del ser humano. Abismo y Perdición son insaciables, e insaciables son los ojos del ser humano. La plata se refina en el crisol, el oro en el horno; a una persona la pone a prueba quien la alaba. Aunque machaques al necio en un mortero, no le quitarás su necedad. Conoce bien el estado de tu ganado y presta atención a tus rebaños, pues no es eterna la riqueza, ni dura para siempre la fortuna. Cuando brote la hierba, crezca el pasto y se siegue el heno de los prados, los corderos te proporcionarán vestido los cabritos dinero para un campo; las cabras te darán leche suficiente para alimentarte a ti y a tu familia, y para mantener a tus criadas.
PROVERBIOS 27:13-27 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Al que salga fiador por un extraño, quítale la ropa y tómasela en prenda. Saludar al amigo a gritos y de madrugada es para él lo mismo que insultarlo. Lo mismo es una mujer pendenciera que una gotera constante en tiempo de lluvia. Querer detenerla es querer detener el viento o retener el aceite en la mano. El hierro se afila con otro hierro y el hombre con otro hombre. El que cuida de la higuera come los higos; el que cuida de su amo recibe honores. Así como las caras se reflejan en el agua, así también los hombres se reflejan en su mente. La muerte, el sepulcro y la codicia del hombre jamás quedan satisfechos. El oro y la plata, el fuego los prueba; al hombre lo prueban las alabanzas. Al necio no se le quita lo necio ni aunque lo muelas y lo remuelas. Manténte al tanto de tus ovejas, preocúpate por tus rebaños, pues ni riquezas ni coronas duran eternamente. Cuando el pasto aparezca, brote el verdor y se recoja la hierba de los montes, de tus corderos tendrás lana para vestirte, de tus cabritos dinero para comprar terrenos y de tus cabras leche abundante para alimentarte tú, tu familia y todos los que estén a tu servicio.
PROVERBIOS 27:13-27 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Toma la prenda del que salga fiador por un extraño; retenla en garantía si la entrega por la mujer ajena. El mejor saludo se juzga una impertinencia cuando se da a gritos y de madrugada. Gotera constante en un día lluvioso es la mujer que siempre pelea. Quien la domine podrá dominar el viento y retener aceite en la mano. El hierro se afila con el hierro, y el hombre en el trato con el hombre. El que cuida de la higuera comerá de sus higos, y el que vela por su amo recibirá honores. En el agua se refleja el rostro, y en el corazón se refleja la persona. El sepulcro, la muerte y los ojos del hombre jamás se dan por satisfechos. En el crisol se prueba la plata; en el horno se prueba el oro; ante las alabanzas, el hombre. Aunque al necio lo muelas y lo remuelas, y lo machaques como al grano, no le quitarás la necedad. Asegúrate de saber cómo están tus rebaños; cuida mucho de tus ovejas; pues las riquezas no son eternas ni la fortuna está siempre segura. Cuando se limpien los campos y brote el verdor, y en los montes se recoja la hierba, las ovejas te darán para el vestido, y las cabras para comprar un campo; tendrás leche de cabra en abundancia para que os alimentéis tú y tu familia, y toda tu servidumbre.