PROVERBIOS 21:17-31
PROVERBIOS 21:17-31 Reina Valera 2020 (RV2020)
Caerá en la pobreza el que ama los placeres; y el que ama el vino y los perfumes no se enriquecerá. Rescate por el justo será el malvado, y por los rectos, el traidor. Mejor es vivir en tierra desierta que con la mujer pendenciera e irascible. Tesoro preciado y aceite hay en la casa del sabio, pero el insensato todo lo disipa. El que sigue la justicia y la misericordia hallará la vida, la justicia y el honor. Tomó el sabio la ciudad de los fuertes y derribó la fuerza en que ella confiaba. El que guarda su boca y su lengua, su vida guarda de angustias. Llaman arrogante al soberbio y presuntuoso, pues actúa con desmedida insolencia. El deseo del perezoso lo mata, porque sus manos no quieren trabajar. El codicioso codicia todo el día; el justo da sin retener su mano. El sacrificio de los malvados es abominable, ¡tanto más cuando lo ofrece con maldad! El testigo falso perecerá, pero el que escucha, siempre podrá responder. El malvado endurece su rostro, pero el recto ordena sus caminos. No hay sabiduría ni inteligencia ni consejo contra el Señor. El caballo se apareja para el día de la batalla, pero el Señor es quien da la victoria.
PROVERBIOS 21:17-31 La Palabra (versión española) (BLP)
El que ama el placer se empobrece, quien ama vino y perfumes no se hará rico. El malvado pagará por el justo, el desleal por los honrados. Mejor es vivir en el desierto que con mujer pendenciera y quisquillosa. Valiosos tesoros y perfumes en la casa del sabio, pero el necio los dilapida. El que busca justicia y bondad encontrará vida y fama. El sabio asaltará una ciudad fortificada, derribará el alcázar que la protege. Quien mide sus palabras guarda su vida de aprietos. El insolente es arrogante y fanfarrón, actúa con orgullo desmedido. De deseos se consume el perezoso, pues sus manos no quieren trabajar. Todo el día está el malvado codiciando, el justo da y no escatima. Sacrificio de malvados es abominable, y más si se ofrece con doblez. Testigo falso perecerá, quien sabe escuchar siempre podrá hablar. El malvado se porta con descaro, el honrado actúa con seguridad. No hay sabiduría, ni inteligencia, ni consejo que pueda enfrentarse al Señor. Preparamos el caballo para la batalla, pero el Señor da la victoria.
PROVERBIOS 21:17-31 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
El que se entrega al placer, el vino y los perfumes, terminará en la pobreza. El hombre falso y malvado sufrirá en lugar del justo y honrado. Vale más vivir en el desierto que con una mujer irritable y pendenciera. En casa del sabio hay riquezas y perfumes, pero el necio gasta todo lo que tiene. El que busca ser recto y leal, encuentra vida y honor. El sabio ataca una ciudad bien defendida y acaba con el poder en que ella confiaba. El que tiene cuidado de lo que dice, nunca se mete en aprietos. Pedante, orgulloso e insolente se llama al que actúa con demasiada pedantería. De deseo se muere el perezoso, porque sus manos no quieren trabajar; todo el día se lo pasa deseando. El justo, en cambio, da sin tacañerías. El Señor aborrece las ofrendas de los malvados, porque las ofrecen con malas intenciones. El testigo falso será destruido; pero quien sabe escuchar, siempre podrá responder. El malvado aparenta seguridad; el honrado está seguro de su conducta. Ante el Señor no hay sabiduría que valga, ni inteligencia ni buenas ideas. El hombre prepara el caballo para entrar en batalla, pero el Señor es quien da la victoria.
PROVERBIOS 21:17-31 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
El que ama el placer se quedará en la pobreza; el que ama el vino y los perfumes jamás será rico. El malvado pagará por el justo, y el traidor por el hombre intachable. Más vale habitar en el desierto que con mujer pendenciera y de mal genio. En casa del sabio abundan las riquezas y el perfume, pero el necio todo lo despilfarra. El que va tras la justicia y el amor halla vida, prosperidad y honra. El sabio conquista la ciudad de los valientes y derriba el baluarte en que ellos confiaban. El que refrena su boca y su lengua se libra de muchas angustias. Orgulloso y arrogante, y famoso por insolente, es quien se comporta con desmedida soberbia. La codicia del perezoso lo lleva a la muerte, porque sus manos se niegan a trabajar; todo el día se lo pasa codiciando, pero el justo da con generosidad. El sacrificio de los malvados es detestable, y más aún cuando se ofrece con mala intención. El testigo falso perecerá, y quien le haga caso será destruido para siempre. El malvado es inflexible en sus decisiones; el justo examina su propia conducta. De nada sirven ante el SEÑOR la sabiduría, la inteligencia y el consejo. Se prepara al caballo para el día de la batalla, pero la victoria depende del SEÑOR.