PROVERBIOS 16:17-33
PROVERBIOS 16:17-33 Reina Valera 2020 (RV2020)
El camino de los rectos se aparta del mal; su vida protege el que guarda su camino. Antes del quebranto está la soberbia, y antes de la caída, la altivez de espíritu. Mejor es humillar el espíritu con los humildes que repartir el botín con los soberbios. El entendido en la palabra hallará el bien; el que confía en el Señor es dichoso. El sabio de corazón es llamado prudente, y la dulzura de labios aumenta el saber. Manantial de vida es el entendimiento para el que lo posee, pero la erudición de los necios es pura necedad. El corazón del sabio hace prudente su boca y añade gracia a sus labios. Panal de miel son los dichos suaves, suavidad para el alma y medicina para los huesos. Hay caminos que parecen rectos, pero al final conducen a la muerte. La necesidad del que trabaja, le impulsa a trabajar: su hambre le estimula. El perverso cava en busca del mal; en sus labios hay como una llama de fuego. El perverso promueve contienda, y el chismoso separa a los mejores amigos. El hombre malo lisonjea a su prójimo y lo hace andar por mal camino; cierra los ojos para pensar perversidades, mueve los labios, comete el mal. Corona de honra es la vejez que se encuentra en el camino de la justicia. Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte, el que se domina a sí mismo vale más que el que conquista una ciudad. Las suertes se echan en el regazo, pero la decisión es del Señor.
PROVERBIOS 16:17-33 La Palabra (versión española) (BLP)
La senda del honrado se aparta del mal, quien vigila su conducta protege su vida. La soberbia precede a la ruina y el orgullo al fracaso. Más vale rebajarse entre pobres que compartir botín de soberbios. Al que atiende la palabra le irá bien, dichoso quien confía en el Señor. Mente sabia es garantía de prudencia, palabras amables consiguen persuadir. La sensatez es vida para su dueño, la necedad es el castigo del necio. A mente sabia palabras prudentes y labios persuasivos. Panal de miel son las palabras amables: endulzan el alma y sanan el cuerpo. Hay caminos que parecen rectos y al final son caminos de muerte. La penuria del obrero lo impulsa a trabajar, pues su hambre lo apremia. Persona desalmada excava maldad y echa por sus labios fuego abrasador. Persona perversa provoca peleas; si es chismosa, separa a los amigos. Persona violenta seduce a su prójimo y lo arrastra a cometer el mal. El que guiña los ojos medita engaños, quien se muerde los labios ya ha hecho el mal. Las canas son aureola de gloria que se consigue practicando la justicia. Más vale paciente que valiente, dueño de sí que conquistador de ciudades. Los dados se tiran sobre el tablero, pero la decisión depende del Señor.
PROVERBIOS 16:17-33 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
La norma de los justos es apartarse del mal; cuidar la propia conducta es cuidarse uno mismo. Tras el orgullo viene el fracaso; tras la altanería, la caída. Más vale humillarse con los pobres que hacerse rico con los orgullosos. Al que bien administra, bien le va; ¡dichoso aquel que confía en el Señor! Al que piensa sabiamente, se le llama inteligente; las palabras amables convencen mejor. Tener buen juicio es tener una fuente de vida; instruir a los necios es pura necedad. El que piensa sabiamente se sabe expresar, y sus palabras convencen mejor. Las palabras dulces son un panal de miel: endulzan el ánimo y dan nuevas fuerzas. Hay caminos que parecen derechos, pero al final de ellos está la muerte. El apetito del que trabaja le impulsa a trabajar; el hambre que siente le empuja a ello. El malvado es un horno de maldad; ¡aun sus palabras parecen llamas de fuego! El perverso provoca peleas; el chismoso es causa de enemistades. El violento engaña a su amigo y le desvía por el mal camino. Guiña los ojos quien piensa hacer lo malo; se muerde los labios quien ya lo ha cometido. Las canas son una digna corona ganada con una conducta honrada. Más vale ser paciente que valiente; más vale vencerse uno mismo que conquistar ciudades. El hombre echa las suertes, pero el Señor es quien lo decide todo.
PROVERBIOS 16:17-33 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
El camino del hombre recto evita el mal; el que quiere salvar su vida se fija por dónde va. Al orgullo le sigue la destrucción; a la altanería, el fracaso. Vale más humillarse con los oprimidos que compartir el botín con los orgullosos. El que atiende a la palabra prospera. ¡Dichoso el que confía en el SEÑOR! Al sabio de corazón se le llama inteligente; los labios convincentes promueven el saber. Fuente de vida es la prudencia para quien la posee; el castigo de los necios es su propia necedad. El sabio de corazón controla su boca; con sus labios promueve el saber. Panal de miel son las palabras amables: endulzan la vida y dan salud al cuerpo. Hay caminos que al hombre le parecen rectos, pero que acaban por ser caminos de muerte. Al que trabaja, el hambre lo obliga a trabajar, pues su propio apetito lo estimula. El perverso hace planes malvados; en sus labios hay un fuego devorador. El perverso provoca contiendas, y el chismoso divide a los buenos amigos. El violento engaña a su prójimo y lo lleva por mal camino. El que guiña el ojo trama algo perverso; el que aprieta los labios ya lo ha cometido. Las canas son una honrosa corona que se obtiene en el camino de la justicia. Más vale ser paciente que valiente; más vale el dominio propio que conquistar ciudades. Las suertes se echan sobre la mesa, pero el veredicto proviene del SEÑOR.