PROVERBIOS 1:1-15
PROVERBIOS 1:1-15 Reina Valera 2020 (RV2020)
Los proverbios de Salomón hijo de David, rey de Israel, para aprender sabiduría y doctrina, para conocer razones prudentes, para adquirir instrucción y prudencia, justicia, juicio y equidad; para dar sagacidad a los ingenuos, y a los jóvenes inteligencia y cordura. El sabio los escucha y aumenta su saber, y el inteligente adquiere capacidad para entender los proverbios y sentencias, las palabras de los sabios y sus enigmas. El principio de la sabiduría es el temor del Señor; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. Escucha, hijo mío, la instrucción de tu padre y no abandones la enseñanza de tu madre, porque adorno de gracia serán en tu cabeza, y collares en tu cuello. Hijo mío, si los pecadores intentan engañarte, no lo consientas. Si te dicen: «Ven con nosotros, pongamos trampas para derramar sangre, acechemos sin motivo al inocente; los tragaremos vivos, como el seol, y enteros, como los que caen en la fosa; hallaremos toda clase de riquezas, llenaremos nuestras casas con el botín. Ven, une tu suerte a la nuestra y hagamos una bolsa común entre todos», tú, hijo mío, no vayas en el camino con ellos, sino aparta tu pie de sus veredas
PROVERBIOS 1:1-15 La Palabra (versión española) (BLP)
Proverbios de Salomón, hijo de David y rey de Israel. Han sido reunidos para conocer sabiduría y educación, para entender expresiones inteligentes, para adquirir la educación adecuada: justicia, derecho y honradez; para enseñar agudeza a los ignorantes, conocimiento y discreción a los jóvenes; —el sabio atiende y aprende más, el inteligente adquiere maestría—; para entender proverbios y refranes, los dichos y enigmas de los sabios. Respetar al Señor es el principio del saber, pero los necios desprecian la sabiduría y la educación. Hijo mío, atiende a la educación paterna y no olvides la enseñanza materna, pues serán corona preciosa en tu cabeza, collar alrededor de tu cuello. Hijo mío, no consientas cuando los malvados intenten seducirte. Tal vez te digan: «Acompáñanos a poner trampas mortales asaltando a inocentes por diversión. Nos los tragaremos vivos como el abismo, enteros como los que caen al hoyo. Conseguiremos un montón de riquezas y llenaremos nuestras casas de despojos. Comparte tu suerte con nosotros y haremos un fondo común». Hijo mío, no sigas sus caminos y aleja tus pasos de sus sendas
PROVERBIOS 1:1-15 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Dichos de Salomón, hijo de David, rey de Israel, que tienen como propósito comunicar sabiduría e instrucción, ayudar a comprender palabras llenas de sentido, procurar instrucción, prudencia, justicia, rectitud y equilibrio; hacer sagaces a los jóvenes inexpertos y darles conocimiento y sensatez. El que es sabio e inteligente, los escucha y adquiere así más sabiduría y experiencia para entender los dichos de los sabios, sus palabras, ejemplos y adivinanzas. La sabiduría comienza por honrar al Señor; los necios desprecian la sabiduría y la instrucción. Hijo mío, escucha la instrucción de tu padre y no abandones la enseñanza de tu madre, pues serán para ti un bello adorno: como un collar o una corona. Si los pecadores quieren engañarte, no se lo permitas, hijo mío. Tal vez te digan: “Ven con nosotros; por capricho tenderemos una trampa para matar a algún inocente cuando pase. Nos tragaremos vivos a los hombres honrados, como se traga la muerte a quienes caen en el sepulcro. Tendremos toda clase de riquezas, llenaremos nuestras casas de todo lo robado. Ven y comparte tu suerte con nosotros; comparte también nuestro fondo común.” ¡Pero no vayas con ellos, hijo mío! Aléjate de sus malos caminos
PROVERBIOS 1:1-15 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Proverbios de Salomón hijo de David, rey de Israel: para adquirir sabiduría y disciplina; para discernir palabras de inteligencia; para recibir la corrección que dan la prudencia, la rectitud, la justicia y la equidad; para infundir sagacidad en los inexpertos, conocimiento y discreción en los jóvenes. Escuche esto el sabio, y aumente su saber; reciba dirección el entendido, para discernir el proverbio y la parábola, los dichos de los sabios y sus enigmas. El temor del SEÑOR es el principio del conocimiento; los necios desprecian la sabiduría y la disciplina. Hijo mío, escucha las correcciones de tu padre y no abandones las enseñanzas de tu madre. Adornarán tu cabeza como una diadema; adornarán tu cuello como un collar. Hijo mío, si los pecadores quieren engañarte, no vayas con ellos. Estos te dirán: «¡Ven con nosotros! Acechemos a algún inocente y démonos el gusto de matar a algún incauto; traguémonos a alguien vivo, como se traga el sepulcro a la gente; devorémoslo entero, como devora la fosa a los muertos. Obtendremos toda clase de riquezas; con el botín llenaremos nuestras casas. Comparte tu suerte con nosotros, y compartiremos contigo lo que obtengamos». ¡Pero no te dejes llevar por ellos, hijo mío! ¡Apártate de sus senderos!