NÚMEROS 23:1-12
NÚMEROS 23:1-12 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Entonces Balaam le dijo: –Constrúyeme aquí siete altares, y prepárame siete becerros y siete carneros. Balac hizo lo que Balaam le dijo, y entre ambos sacrificaron un becerro y un carnero en cada altar. Y Balaam dijo a Balac: –Quédate junto al sacrificio, mientras yo voy a ver si el Señor viene a encontrarse conmigo. Luego te comunicaré lo que él me dé a conocer. Balaam se fue a una colina desierta, donde Dios se le apareció. Balaam le dijo: –He preparado siete altares, y en cada uno he ofrecido un becerro y un carnero. Entonces el Señor puso en labios de Balaam lo que tenía que decir, y le dijo: –Regresa a donde está Balac y dile lo mismo que yo te he dicho. Balaam regresó y encontró a Balac de pie, junto al sacrificio, en compañía de todos los jefes moabitas. Entonces Balaam pronunció esta profecía: “Desde las montañas del oriente, desde Aram, me hizo venir Balac, rey de Moab. ‘Ven, me dijo, maldíceme a Israel, deséale el mal al pueblo de Jacob.’ Pero, ¿cómo maldecir al que Dios no maldice? ¿Cómo desear el mal, si el Señor no lo hace? Desde estas altas rocas puedo verlo, desde estas colinas lo miro: es un pueblo que vive apartado, distinto de los otros pueblos. Son como el polvo: ¿quién puede contarlos? ¿Quién puede saber su número? ¡Ojalá muera yo como esos hombres justos, y sea mi fin como el de ellos!” Entonces Balac dijo a Balaam: –¿Qué estás haciendo? Yo te traje para que maldijeras a mis enemigos, y tú te has puesto a bendecirlos. Balaam contestó: –Habíamos quedado en que yo diría solamente lo que el Señor pusiera en mis labios.
NÚMEROS 23:1-12 Reina Valera 2020 (RV2020)
Balaam dijo a Balac: —Edifícame aquí siete altares, y prepárame aquí siete becerros y siete carneros. Balac hizo como le dijo Balaam, y ofrecieron Balac y Balaam un becerro y un carnero en cada altar. Luego Balaam dijo a Balac: —Ponte junto a tu holocausto, y yo iré; quizá el Señor salga a mi encuentro, y cualquier cosa que me muestre, te la haré saber. Y se fue a un monte desolado. Entonces vino Dios al encuentro de Balaam, y este le dijo: —Siete altares he ordenado, y en cada altar he ofrecido un becerro y un carnero. El Señor puso una palabra en la boca de Balaam y le dijo: —Vuelve donde está Balac y comunícale lo que yo te he dicho. Volvió a él y lo halló junto a su holocausto, acompañado de todos los príncipes de Moab. Entonces Balaam pronunció esta profecía: De Aram me trajo Balac, rey de Moab, desde los montes del oriente. «¡Ven, maldíceme a Jacob; ven, execra a Israel!». ¿Por qué maldeciré yo al que Dios no ha maldecido? ¿Por qué he de execrar al que el Señor no ha execrado? Porque desde la cumbre de las peñas puedo verlo, desde los collados puedo mirarlo; es un pueblo que habita confiado y no se cuenta entre las naciones. ¿Quién contará el polvo de Jacob o el número de la cuarta parte de Israel? Que muera yo de la muerte de los rectos y mi fin sea como el suyo. Entonces Balac dijo a Balaam: —¿Qué me has hecho? Te he traído para que maldigas a mis enemigos, y tú has proferido bendiciones. Él respondió: —¿No debo cuidarme de decir lo que el Señor ponga en mi boca?
NÚMEROS 23:1-12 La Palabra (versión española) (BLP)
Entonces dijo Balaán a Balac: —Constrúyeme aquí siete altares y prepárame siete becerros y siete carneros. Balac hizo como Balaán le dijo y juntos ofrecieron en cada altar un becerro y un carnero. Luego Balaán dijo a Balac: —Quédate junto a tu holocausto mientras yo me retiro por si el Señor quiere manifestárseme; si es así, te comunicaré cualquiera cosa que me revele. Se fue Balaán hacia una colina sin vegetación donde Dios se le manifestó. Balaán le dijo: —He mandado preparar siete altares y he ofrecido un becerro y un carnero en cada altar. Entonces el Señor comunicó a Balaán las palabras que debía pronunciar, diciéndole: —Regresa adonde está Balac y comunícale mis palabras. Regresó Balaán adonde había dejado a Balac y lo encontró de pie junto a su holocausto, acompañado de todos los dignatarios de Moab. Entonces recitó Balaán este poema: De Aram me ha hecho venir Balac, el rey de Moab, desde los montes de oriente. «Ven, maldíceme a Jacob; ven, lanza imprecaciones contra Israel». ¿Cómo podré maldecir yo al que Dios no ha maldecido? ¿Cómo lanzaré imprecaciones contra el que el Señor no lo ha hecho? Los veo desde la cumbre de los montes, los contemplo desde las colinas: es un pueblo que habita separado y no se considera como una nación más. Jacob es como nube de polvo, ¿quién podrá contarlos? ¿Quién enumerará las multitudes de Israel? Muera yo la muerte de los rectos y mi destino sea como el suyo. Entonces Balac dijo a Balaán: —¿Qué me has hecho? ¡Yo te he traído para que maldigas a mis enemigos y tú, por el contrario, los bendices! Balaán respondió: —Yo solo puedo repetir fielmente lo que el Señor me comunica.
NÚMEROS 23:1-12 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Entonces Balaam le dijo: –Constrúyeme aquí siete altares, y prepárame siete becerros y siete carneros. Balac hizo lo que Balaam le dijo, y entre ambos sacrificaron un becerro y un carnero en cada altar. Y Balaam dijo a Balac: –Quédate junto al sacrificio, mientras yo voy a ver si el Señor viene a encontrarse conmigo. Luego te comunicaré lo que él me dé a conocer. Balaam se fue a una colina desierta, donde Dios se le apareció. Balaam le dijo: –He preparado siete altares, y en cada uno he ofrecido un becerro y un carnero. Entonces el Señor puso en labios de Balaam lo que tenía que decir, y le dijo: –Regresa a donde está Balac y dile lo mismo que yo te he dicho. Balaam regresó y encontró a Balac de pie, junto al sacrificio, en compañía de todos los jefes moabitas. Entonces Balaam pronunció esta profecía: “Desde las montañas del oriente, desde Aram, me hizo venir Balac, rey de Moab. ‘Ven, me dijo, maldíceme a Israel, deséale el mal al pueblo de Jacob.’ Pero, ¿cómo maldecir al que Dios no maldice? ¿Cómo desear el mal, si el Señor no lo hace? Desde estas altas rocas puedo verlo, desde estas colinas lo miro: es un pueblo que vive apartado, distinto de los otros pueblos. Son como el polvo: ¿quién puede contarlos? ¿Quién puede saber su número? ¡Ojalá muera yo como esos hombres justos, y sea mi fin como el de ellos!” Entonces Balac dijo a Balaam: –¿Qué estás haciendo? Yo te traje para que maldijeras a mis enemigos, y tú te has puesto a bendecirlos. Balaam contestó: –Habíamos quedado en que yo diría solamente lo que el Señor pusiera en mis labios.
NÚMEROS 23:1-12 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Balán le dijo a Balac: «Edifícame siete altares en este lugar, y prepárame siete novillos y siete carneros». Balac hizo lo que Balán le pidió, y juntos ofrecieron un novillo y un carnero en cada altar. Entonces Balán le dijo a Balac: «Quédate aquí, al lado de tu holocausto, mientras yo voy a ver si el SEÑOR quiere reunirse conmigo. Luego te comunicaré lo que él me revele». Y se fue a un cerro desierto. Dios vino a su encuentro, y Balán le dijo: ―He preparado siete altares, y en cada altar he ofrecido un novillo y un carnero. Entonces el SEÑOR puso su palabra en boca de Balán, y le dijo: ―Vuelve adonde está Balac, y repítele lo que te voy a decir. Balán regresó y encontró a Balac de pie, al lado de su holocausto, en compañía de todos los jefes de Moab. Y Balán pronunció su oráculo: «De Aram, de las montañas de Oriente, me trajo Balac, el rey de Moab. “Ven —me dijo—, maldice por mí a Jacob; ven, deséale el mal a Israel”. ¿Pero cómo podré echar maldiciones sobre quien Dios no ha maldecido? ¿Cómo podré desearle el mal a quien el SEÑOR no se lo desea? Desde la cima de las peñas lo veo; desde las colinas lo contemplo: es un pueblo que vive apartado, que no se cuenta entre las naciones. ¿Quién puede calcular la descendencia de Jacob, tan numerosa como el polvo, o contar siquiera la cuarta parte de Israel? ¡Sea mi muerte como la del justo! ¡Sea mi fin semejante al suyo!» Entonces Balac le reclamó a Balán: ―¿Qué me has hecho? Te traje para que lanzaras una maldición sobre mis enemigos, ¡y resulta que no has hecho más que bendecirlos! Pero Balán le respondió: ―¿Acaso no debo decir lo que el SEÑOR me pide que diga?