NÚMEROS 13:31-33
NÚMEROS 13:31-33 Reina Valera 2020 (RV2020)
Pero los hombres que habían subido con él dijeron: —No podemos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros. Y hablaron mal entre los hijos de Israel de la tierra que habían reconocido, pues decían: —La tierra que recorrimos y exploramos es tierra que se traga a sus habitantes. Todo el pueblo que vimos en medio de ella es gente de gran estatura. También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes. Nosotros éramos, a nuestro parecer, como langostas, y así les parecíamos a ellos.
NÚMEROS 13:31-33 La Palabra (versión española) (BLP)
Pero los hombres que habían subido con Caleb le replicaron: —No podremos vencer a ese pueblo, porque es más fuerte que nosotros. Y difundieron entre los israelitas falsos informes acerca de la tierra que habían explorado, diciéndoles: —La tierra que hemos recorrido y explorado es una tierra que devora a sus habitantes. Toda la gente que vimos en ella es de gran estatura; también vimos allí nefilitas (los descendientes de Anac provienen de los nefilitas). Nosotros, a su lado, teníamos la impresión de ser como saltamontes, y eso mismo les parecíamos a ellos.
NÚMEROS 13:31-33 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Pero los que habían ido con él respondieron: –¡No, no podemos atacar a esa gente! Ellos son más fuertes que nosotros. Y se pusieron a decir a los israelitas que el país que habían ido a explorar era muy malo. Decían: –La tierra que fuimos a explorar mata a la gente que vive en ella, y todos los hombres que vimos allá eran enormes. Vimos también a los gigantes, a los descendientes de Anac. A su lado nos sentíamos como langostas, y así nos miraban ellos también.
NÚMEROS 13:31-33 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Pero los que habían ido con él respondieron: ―No podremos combatir contra esa gente. ¡Son más fuertes que nosotros! Y comenzaron a esparcir entre los israelitas falsos rumores acerca de la tierra que habían explorado. Decían: ―La tierra que hemos explorado se traga a sus habitantes, y los hombres que allí vimos son enormes. ¡Hasta vimos anaquitas! Comparados con ellos, parecíamos langostas, y así nos veían ellos a nosotros.