JUDAS 1:5-11
JUDAS 1:5-11 Reina Valera 2020 (RV2020)
Aunque vosotros ya lo sabéis, quiero recordaros que el Señor, después de salvar al pueblo sacándolo de Egipto, destruyó a los que no creyeron. Incluso a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propio hogar, los mantiene bajo oscuridad en prisiones eternas en espera del juicio de aquel gran día. Así mismo, Sodoma y Gomorra, y las ciudades vecinas que también practicaron la inmoralidad sexual y los vicios contra la naturaleza, fueron puestas como ejemplo, al sufrir el castigo del fuego eterno. A pesar de todo, esos soñadores se comportan de la misma manera, pues contaminan sus cuerpos, rechazan la autoridad y hablan mal de los poderes superiores. Pero ni siquiera el arcángel Miguel cuando luchaba con el diablo y le disputaba el cuerpo de Moisés, se atrevió a pronunciar contra él juicio de maldición, sino que dijo: «Que el Señor te reprenda». Pero estos hablan mal de cuantas cosas no conocen; y en las que por instinto conocen, se corrompen como animales irracionales. ¡Ay de ellos!, porque han seguido el camino de Caín. Por amor al dinero cayeron en el error de Balaam y perecieron en la rebelión de Coré.
JUDAS 1:5-11 La Palabra (versión española) (BLP)
Aunque lo conocéis todo perfectamente, quiero recordaros que si bien el Señor liberó al pueblo de la opresión egipcia, después aniquiló a los incrédulos. Y a los ángeles que no supieron conservar su condición privilegiada y abandonaron la que era su mansión, los mantiene eternamente encadenados a las tinieblas en espera del gran día del juicio. Y Sodoma y Gomorra, junto con las ciudades limítrofes entregadas como ellas a la lujuria y a la homosexualidad, sufrieron el castigo de un fuego perpetuo, sirviendo así de escarmiento a los demás. Pues, a pesar de todo, esos visionarios se comportan de modo semejante: profanan su cuerpo, rechazan la autoridad del Señor e injurian a los seres gloriosos. Distinto fue el proceder del arcángel Miguel cuando disputaba al diablo el cuerpo de Moisés. Ni siquiera se atrevió a lanzarle una acusación injuriosa; simplemente dijo: «Que el Señor te reprenda». Estos, por el contrario, ultrajan lo que desconocen; y lo que conocen, a la manera instintiva de las bestias irracionales, no les sirve más que para la ruina. ¡Ay de ellos! Han seguido las huellas de Caín, se entregaron por dinero al extravío de Balaán y sucumbieron en la rebelión de Coré.
JUDAS 1:5-11 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Aunque ya lo sabéis, quiero recordaros que el Señor, después de haber sacado de Egipto al pueblo de Israel, destruyó a los que no creyeron. Y a los ángeles que no conservaron su debido puesto, sino que abandonaron su propio hogar, Dios los retiene en prisiones oscuras y eternas para el gran día del juicio. Lo mismo que esos ángeles, también Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas se entregaron a la inmoralidad sexual y se dejaron llevar por vicios contra naturaleza. Por eso sufrieron el castigo del fuego eterno y quedaron como una advertencia para todos. A pesar de ello, también esos hombres, que viven soñando, contaminan su cuerpo, rechazan la autoridad del Señor e insultan a los poderes superiores. El mismo arcángel Miguel, cuando luchaba con el diablo disputándole el cuerpo de Moisés, no se atrevió a condenarle con insultos, sino que solamente dijo: “¡Que el Señor te reprenda!” Éstos, por el contrario, hablan mal de cosas que no conocen; y en cuanto a las que conocen por instinto, como conocen los animales que no razonan, las usan para su propia condenación. ¡Ay de ellos, porque han seguido el ejemplo de Caín! Por ganar dinero, se han desviado, como Balaam; y como Coré, mueren por su rebeldía.
JUDAS 1:5-11 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Aunque ya sabéis muy bien todo esto, quiero recordaros que el Señor, después de liberar de la tierra de Egipto a su pueblo, destruyó a los que no creían. Y a los ángeles que no mantuvieron su posición de autoridad, sino que abandonaron su propia morada, los tiene perpetuamente encarcelados en oscuridad para el juicio del gran Día. Así también Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas son puestas como escarmiento, al sufrir el castigo de un fuego eterno, por haber practicado, como aquellos, inmoralidad sexual y vicios contra la naturaleza. De la misma manera estos individuos, llevados por sus delirios, contaminan su cuerpo, desprecian la autoridad y maldicen a los seres celestiales. Ni siquiera el arcángel Miguel, cuando argumentaba con el diablo disputándole el cuerpo de Moisés, se atrevió a pronunciar contra él un juicio de maldición, sino que dijo: «¡Que el Señor te reprenda!» Estos, en cambio, maldicen todo lo que no entienden; y, como animales irracionales, lo que entienden por instinto es precisamente lo que los corrompe. ¡Ay de los que siguieron el camino de Caín! Por ganar dinero se entregaron al error de Balán y perecieron en la rebelión de Coré.