JOSUÉ 19:1-51
JOSUÉ 19:1-51 Reina Valera 2020 (RV2020)
La segunda suerte le tocó a Simeón, a la tribu de los hijos de Simeón, conforme a sus familias. Su heredad estaba en medio de la posesión de los hijos de Judá. Ellos recibieron como heredad Beerseba, Seba, Molada, Hazar-sual, Bala, Ezem, Eltolad, Betul, Horma, Siclag, Bet-marcabot, Hazar-susa, Bet-lebaot y Saruhén: trece ciudades con sus aldeas; Aín, Rimón, Eter y Asán: cuatro ciudades con sus aldeas; además, todas las aldeas que estaban alrededor de estas ciudades hasta Baalat-beer, que es Ramat del Neguev. Esta es la heredad de la tribu de los hijos de Simeón conforme a sus familias. De la suerte de los hijos de Judá fue sacada la heredad de los hijos de Simeón, por cuanto la parte de los hijos de Judá era excesiva para ellos. Así que los hijos de Simeón recibieron su heredad en medio de la de Judá. La tercera suerte tocó a los hijos de Zabulón conforme a sus familias. El territorio de su heredad se extendió hasta Sarid; su límite sube hacia el occidente hacia Marala y llega hasta Dabeset, y de allí hasta el arroyo que está delante de Jocneam. Desde Sarid gira hacia el oriente, hacia donde nace el sol, hasta el límite de Quislot-tabor, sale a Daberat y sube a Jafía. De allí pasa hacia el lado oriental, a Gat-hefer y a Ita-cazín, sale a Rimón y vuelve hacia Nea. Luego, al norte, el límite gira hacia Hanatón y va a salir al valle de Jefte-el. Abarca, además, Catat, Naalal, Simrón, Idala y Belén: doce ciudades con sus aldeas. Esta es la heredad de los hijos de Zabulón conforme a sus familias; las ciudades con sus aldeas. La cuarta suerte correspondió a Isacar, a los hijos de Isacar, conforme a sus familias. En su territorio estaban Jezreel, Quesulot, Sunem, Hafaraim, Sihón, Anaharat, Rabit, Quisión, Abez, Remet, En-ganim, En-hada y Bet-pases. Este límite llega hasta Tabor, Sahazima y Bet-semes, y termina en el Jordán: dieciséis ciudades con sus aldeas. Esta es la heredad de la tribu de los hijos de Isacar conforme a sus familias; las ciudades con sus aldeas. La quinta suerte correspondió a la tribu de los hijos de Aser conforme a sus familias. Su territorio abarcó Helcat, Halí, Betén, Acsaf, Alamelec, Amad y Miseal; llega hacia el occidente hasta el Carmelo y Sihor-libnat. Después da vuelta hacia el oriente, hasta Bet-dagón, y llega por el norte hasta Zabulón, al valle de Jefte-el, a Bet-emec y a Neiel, y va a salir a Cabul por el norte, por lo que abarca a Hebrón, Rehob, Hamón y Caná, hasta la gran Sidón. De allí este límite tuerce hacia Ramá y hasta la ciudad fortificada de Tiro, gira hacia Hosa y sale al mar desde el territorio de Aczib. Abarca también Uma, Afec y Rehob: veintidós ciudades con sus aldeas. Esta es la heredad de la tribu de los hijos de Aser conforme a sus familias; las ciudades con sus aldeas. La sexta suerte correspondió a los hijos de Neftalí conforme a sus familias. Su territorio abarcó desde Helef, Alón-saananim, Adami-neceb y Jabneel, hasta Lacum, e iba a salir al Jordán. Giraba el límite al occidente hacia Aznot-tabor; de allí pasaba a Hucoc y llegaba hasta Zabulón al sur, al occidente lindaba con Aser, y con Judá por el Jordán hacia donde nace el sol. Sus ciudades fortificadas eran Sidim, Zer, Hamat, Racat, Cineret, Adama, Ramá, Hazor, Cedes, Edrei, En-hazor, Irón, Migdal-el, Horem, Bet-anat y Bet-semes: diecinueve ciudades con sus aldeas. Esta es la heredad de la tribu de los hijos de Neftalí conforme a sus familias; las ciudades con sus aldeas. La séptima suerte correspondió a la tribu de los hijos de Dan conforme a sus familias. En el territorio de su heredad estaban Zora, Estaol, Ir-semes, Saalabín, Ajalón, Jetla, Elón, Timnat, Ecrón, Elteque, Gibetón, Baalat, Jehúd, Bene-berac, Gat-rimón, Mejarcón y Racón, con el territorio que está delante de Jope. Pero les faltó territorio a los hijos de Dan. Por eso subieron los hijos de Dan a atacar a Lesem; la tomaron y la pasaron a filo de espada. Tomaron posesión de ella y la habitaron. Y la llamaron Dan, por el nombre de su padre. Esta es la heredad de la tribu de los hijos de Dan conforme a sus familias; las ciudades con sus aldeas. Después que acabaron de repartir la tierra y delinear sus territorios, dieron los hijos de Israel una heredad en medio de ellos a Josué hijo de Nun. Según la orden del Señor, le dieron la ciudad que él pidió, Timnat-sera, en los montes de Efraín. Él reedificó la ciudad y habitó en ella. Estas son las heredades que el sacerdote Eleazar, Josué hijo de Nun y los cabezas de familia entregaron por suertes en posesión a las tribus de los hijos de Israel en Silo, delante del Señor, a la entrada del tabernáculo de reunión. Así acabaron de repartir la tierra.
JOSUÉ 19:1-51 La Palabra (versión española) (BLP)
El segundo lote le correspondió a Simeón (es decir, a la tribu de los descendientes de Simeón), por clanes. Su heredad estaba dentro de la heredad de la tribu de Judá y comprendía: Berseba, Semá y Moladá; Jasar Sual, Balá y Asén; Eltolad, Betul y Jormá; Siclag, Bet Marcabot y Jasar Susá; Bet Lebaot y Sarujén: trece ciudades con sus aldeas. Ayín, Rimón, Éter y Asán; cuatro ciudades con sus aldeas. Además todas las aldeas de los alrededores de estas ciudades hasta Baalat Beer y Ramá del Négueb. Esa fue la heredad de la tribu de Simeón, por clanes; una heredad que se tomó del lote asignado a la tribu de Judá, pues el territorio asignado a la tribu de Judá era demasiado grande para esta. Por eso la tribu de Simeón recibió su heredad dentro del territorio de la tribu de Judá. El tercer lote correspondió a la tribu de Zabulón, por clanes. Su territorio se extendía hasta Sarid y su frontera discurría por el oeste en dirección a Maralá, pasando por Dabéset y siguiendo el torrente que hay frente a Jocmeán. De Sarid torcía hacia el este, hacia la salida del sol, hasta el término de Quislot Tabor; seguía luego hacia Daberat y subía a Jafiá. Desde allí continuaba hacia el este, pasando por Guitá Jéfer y por Itacasín; luego tomaba la dirección de Rimón y torcía hacia Neá. La frontera continuaba por el norte hacia Janatón e iba a salir al valle de Jiftajel. Su territorio comprendía también, Catat, Nahalal, Simerón, Jidalá y Belén: un total de doce ciudades con sus aldeas. Esa fue la heredad de los descendientes de Zabulón, por clanes, con sus ciudades y sus aldeas. El cuarto lote le correspondió a Isacar (es decir, a los descendientes de Isacar), por clanes. Su territorio comprendía Jezrael, Quesulot y Sunén; Jafaráin, Sion y Anajará; Rabit, Quisyón y Ebes; Rémet, En Ganín, En Jadá y Bet Pasés. Su frontera pasaba por el Tabor, Sajasima y Bet Semes, terminando en el Jordán; dieciséis ciudades con sus aldeas. Esa fue la heredad de la tribu de Isacar, por clanes, con sus ciudades y sus aldeas. El quinto lote le correspondió a la tribu de Aser, por clanes. Su territorio comprendía: Jelcat, Jalí, Beten, Axaf, Alamélec, Amad y Misal. La frontera, por el oeste, llegaba al Carmelo hasta el río Libnat; torcía hacia el este hasta Bet Dagón y llegaba por el norte hasta el territorio de Zabulón y el valle de Jiftajel; continuaba hasta Bet Emec y Neyel, para terminar por la izquierda en Kabul, Abdón, Rejob, Jamón, Caná y Sidón la Grande. La línea fronteriza giraba luego hacia Ramá llegando hasta la plaza fuerte de Tiro; de allí continuaba hasta Josá y terminaba en el mar, incluyendo Majaleb, Aczib, Aco, Afec y Rejob: un total de veintidós ciudades con sus aldeas. Esa fue la heredad de la tribu de los descendientes de Aser, por clanes, con sus ciudades y sus aldeas. A los descendientes de Neftalí, por clanes, les correspondió el sexto lote. Su frontera discurría desde Jélef y la Encina de Sananín, desde Adamí Néqueb y Jabnel hasta Lacún terminando en el Jordán. Torcía luego hacia el oeste por Aznot Tabor llegando hasta Jucoc; lindaba con Zabulón al sur, con Aser al oeste y con el Jordán al este. Y las ciudades fuertes eran: Asidín, Ser, Jammat, Racat, Kinéret, Adamá, Ramá y Jasor; Cadés, Edreí, En Jasor, Jirón, Migdalel, Jorén, Bet Anat y Bet Semes: un total de diecinueve ciudades con sus aldeas. Esa fue la heredad de los descendientes de Neftalí, por clanes, con sus ciudades y sus aldeas. A la tribu de Dan, por clanes, le correspondió el séptimo lote. El territorio de su heredad comprendía: Sorá, Estaol e Ir Semes; Salabín, Ayalón y Jitlá; Elón, Timná y Ecrón; Eltequé, Guibetón y Balat; Jeud, Bené Beraq, Gat Rimón y Meyarcón con el territorio enfrente de Jope. Pero a la tribu de Dan le resulto demasiado incómodo su territorio. Por eso, los descendientes de Dan decidieron atacar a Lesen; la conquistaron y la pasaron a cuchillo. Una vez conquistada la ciudad, se establecieron en ella. Y a Lesen la llamaron Dan, en recuerdo del nombre de su antepasado Dan. Esa fue la heredad de la tribu de Dan, por clanes, con sus ciudades y sus aldeas. Y se dio por terminado el sorteo del país con sus fronteras. A Josué, hijo de Nun, los israelitas le dieron una heredad en medio de ellos. Según la orden del Señor, le dieron la ciudad de Timná Séraj, en la montaña de Efraín, tal como él había pedido. Reconstruyó la ciudad y se estableció en ella. Esas son las heredades que el sacerdote Eleazar, con Josué, hijo de Nun, y los cabezas de familia sortearon entre las tribus de Israel en Siló, en presencia del Señor, a la entrada de la Tienda del encuentro. Fue así como se llevó a cabo el reparto de la tierra.
JOSUÉ 19:1-51 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
El segundo territorio sorteado les tocó a los clanes de la tribu de Simeón. Este territorio, que quedaba dentro del de la tribu de Judá, comprendía las ciudades de Beerseba, Sebá, Moladá, Hasar-sual, Balá, Ésem, Eltolad, Betul, Hormá, Siclag, Bet-marcabot, Hasar-susá, Bet-lebaot y Saruhén, en total trece ciudades con sus aldeas. Además les tocaron las ciudades de En-rimón, Éter y Asán, con sus aldeas, más las aldeas que había hasta Baalat-beer, que es la ciudad de Ramat, en el Négueb. Estas son las tierras que les tocaron a los clanes de Simeón. La parte de la tribu de Simeón quedaba dentro del territorio de Judá, porque esta tribu tenía demasiada tierra, y se les dio a los de Simeón parte de la tierra que le había tocado a Judá. El tercer territorio que se sorteó les tocó a los clanes de la tribu de Zabulón. Su frontera se extendía hasta Sarid, seguía hacia el occidente hasta Maralá y luego hasta Dabéset, para terminar en el arroyo que está frente a Jocneam. De Sarid, esta frontera iba hacia el oriente hasta Quislot-tabor, y de allí pasaba a Daberat y subía hasta Jafía. De allí, la frontera iba por el este hacia Gat-héfer, pasaba por Itá-casín y llegaba hasta Rimón, dando la vuelta por Neá. Por el norte, la frontera daba la vuelta hasta Hanatón y salía al valle de Jefté-el. Había en este territorio doce ciudades con sus aldeas vecinas, entre ellas: Catat, Nahalal, Simrón, Idalá y Belén. Este es el territorio que les tocó a los clanes de la tribu de Zabulón, con sus ciudades y aldeas. El cuarto territorio que se sorteó les tocó a los clanes de la tribu de Isacar. Su territorio incluía las ciudades de Jezreel, Quesulot, Sunem, Hafaraim, Sihón, Anaharat, Rabit, Quisión, Ebes, Rémet, En-ganim, En-hadá y Bet-pasés. La frontera llegaba a Tabor, Sahasimá y Bet-semes, y terminaba en el río Jordán; en total, dieciséis ciudades con sus aldeas. Este es el territorio que les tocó a los clanes de la tribu de Isacar, con sus ciudades y aldeas. El quinto territorio que se sorteó les tocó a los clanes de la tribu de Aser, e incluía las ciudades de Helcat, Halí, Beten, Acsaf, Alamélec, Amad y Misal, de modo que llegaba por el oeste hasta el monte Carmelo y Sihor-libnat. La frontera oriental corría hacia el norte hasta Bet-dagón, tocando el territorio de la tribu de Zabulón, el valle de Jefté-el, Bet-émec, Neiel, y siguiendo más allá de Cabul, de modo que abarcaba Abdón, Rehob, Hamón y Caná, hasta llegar a la gran ciudad de Sidón. Después la frontera daba la vuelta hacia Ramá, y hasta la ciudad fortificada de Tiro, para luego seguir hacia Hosá y salir al mar Mediterráneo. Con Mahaleb, Aczib, Umá, Afec y Rehob, sumaban veintidós ciudades con sus aldeas vecinas. Este es el territorio que les tocó a los clanes de la tribu de Aser. El sexto territorio que se sorteó les tocó a los clanes de la tribu de Neftalí. Su territorio iba desde Hélef, Elón-saananim, Adamí-néqueb y Jabneel, hasta Lacum, llegando al Jordán. Por el oeste, la frontera iba por Aznot-tabor y luego por Hucoc, de modo que por el lado sur colindaba con el territorio de la tribu de Zabulón y por el oeste con el territorio de la tribu de Aser. Por el este, el territorio de la tribu de Neftalí llegaba hasta el río Jordán. Las ciudades fortificadas que les tocaron fueron: Sidim, Ser, Hamat, Racat, Quinéret, Adamá, Ramá, Hasor, Quedes, Edrei, En-hasor, Irón, Migdal-el, Horem, Bet-anat y Bet-semes. En total eran diecinueve ciudades con sus aldeas vecinas. Este fue el territorio, con sus ciudades y aldeas, que les tocó a los clanes de la tribu de Neftalí. El séptimo territorio que se sorteó les tocó a los clanes de la tribu de Dan. En este territorio estaban Sora, Estaol, Ir-semes, Saalbim, Aialón, Jetlá, Elón, Timnat, Ecrón, Eltequé, Guibetón, Baalat, Jehúd, Bené-berac, Gat-rimón, Mejarcón y Racón, con el territorio que queda frente a Jope. Pero como este territorio no les alcanzaba, los de la tribu de Dan fueron a atacar la ciudad de Lésem y tomaron posesión de ella después de matar a todos los que allí vivían. Se quedaron, pues, a vivir en aquella ciudad, a la que cambiaron el nombre y llamaron Dan en honor de su antepasado. Este es el territorio que, con sus ciudades y aldeas, les tocó a los clanes de la tribu de Dan. Después que los israelitas terminaron de repartir los territorios que le tocaban a cada tribu, le dieron su parte a Josué dentro de los territorios de los demás. Tal como el Señor lo había ordenado, le dieron la ciudad de Timnat-sérah, en la región montañosa de Efraín, que fue la que Josué pidió. Y Josué reconstruyó la ciudad y vivió en ella. Todos estos fueron los territorios que el sacerdote Eleazar, Josué y los jefes del pueblo sortearon entre las tribus israelitas, en presencia del Señor, a la entrada de la tienda del encuentro, en Siló. Y así el reparto de la tierra quedó completo.
JOSUÉ 19:1-51 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Simeón fue la segunda tribu que recibió sus territorios, según sus clanes. Su herencia estaba ubicada dentro del territorio de Judá. Le pertenecían las siguientes ciudades: Berseba (o Sabá), Moladá, Jazar Súal, Balá, Esen, Eltolad, Betul, Jormá, Siclag, Bet Marcabot, Jazar Susá, Bet Lebaot y Sarujén, es decir, trece ciudades con sus poblaciones; y Ayin, Rimón, Éter y Asán, es decir, cuatro ciudades con sus poblaciones. A estas ciudades se agregaban los pueblos que se contaban hasta los bordes de Balatber, ciudad de Ramat ubicada en el Néguev. Estos fueron los territorios asignados a los clanes de la tribu de Simeón. Como la tribu de Judá tenía más territorio de lo que sus clanes necesitaban, la tribu de Simeón recibió su porción del territorio asignado a Judá. Zabulón fue la tercera tribu que recibió su territorio, según sus clanes. La frontera del territorio se extendía hasta Sarid. Por el occidente, se dirigía hacia Maralá, y llegaba a Dabéset, hasta tocar el arroyo frente a Jocneán. De allí, giraba al este de Sarid, hacia la salida del sol, hasta el territorio de Quislot Tabor, luego continuaba hasta alcanzar Daberat y subía hasta Jafía. La frontera cruzaba por el oriente hacia Gat Jefer e Itacasín, hasta llegar a Rimón y girar hacia Negá. De allí la frontera giraba hacia el norte hasta llegar a Janatón, y terminaba en el valle de Jeftel. Ese territorio incluía doce ciudades y sus poblaciones, entre ellas Catat, Nalal, Simrón, Idalá y Belén. Este es el territorio asignado como herencia a los clanes de la tribu de Zabulón, incluyendo sus ciudades y pueblos. Isacar fue la cuarta tribu que recibió su territorio, según sus clanes. Las ciudades que se encontraban dentro de ese territorio eran: Jezrel, Quesulot, Sunén, Jafarayin, Sijón, Anajarat, Rabit, Cisón, Abez, Rémet, Enganín, Enadá y Bet Pasés. La frontera llegaba a Tabor, Sajazimá y Bet Semes, y terminaba en el río Jordán. En total, dieciséis ciudades con sus poblaciones componían la herencia de los clanes de la tribu de Isacar. Aser fue la quinta tribu que recibió su territorio, según sus clanes. En él se incluían las ciudades de Jelcat, Jalí, Betén, Acsaf, Alamélec, Amad y Miseal. La frontera tocaba, por el oeste, el monte Carmelo y Sijor Libnat. De allí giraba al este en dirección a Bet Dagón y llegaba a Zabulón, en el valle de Jeftel. Luego se dirigía al norte rumbo a Bet Émec y Neyel, bordeando, a la izquierda, Cabul. La frontera seguía hacia Abdón, Rejob, Hamón y Caná, hasta tocar la gran ciudad de Sidón. Luego hacía un giro hacia Ramá, y de allí, hasta la ciudad fortificada de Tiro. Después giraba hacia Josá y salía al mar Mediterráneo. Las ciudades sumaban veintidós, entre ellas Majaleb, Aczib, Uma, Afec y Rejob. Este es el territorio asignado como herencia a los clanes de la tribu de Aser, incluyendo sus ciudades y pueblos. Neftalí fue la sexta tribu que recibió su territorio, según sus clanes. Su territorio abarcaba desde Jélef y el gran árbol de Sananín hacia Adaminéqueb y Jabnel, y continuaba hacia Lacún, hasta el río Jordán. La frontera seguía por el occidente, pasando por Aznot Tabor, y proseguía en Hucoc. Bordeaba el territorio de la tribu de Zabulón por el sur, la de Aser por el occidente y el río Jordán por el oriente. Las ciudades fortificadas eran: Sidín, Ser, Jamat, Racat, Quinéret, Adamá, Ramá, Jazor, Cedes, Edrey, Enjazor, Irón, Migdal El, Jorén, Bet Anat y Bet Semes. En total sumaban diecinueve ciudades con sus poblaciones. Este es el territorio asignado como herencia a los clanes de la tribu de Neftalí, incluyendo sus ciudades y pueblos. Dan fue la séptima tribu que recibió territorio, según sus clanes. Se incluían en el territorio Zora, Estaol, Ir Semes, Sagalbín, Ayalón, Jetlá, Elón, Timnat, Ecrón, Eltequé, Guibetón, Balat, Jehúd, Bené Berac, Gat Rimón, Mejarcón y Racón, con la región que estaba frente a Jope. Como a los danitas no les alcanzó el territorio que se les asignó, fueron a conquistar la ciudad de Lesén. Después de que la tomaron, pasaron a filo de espada a todos sus habitantes. Luego los danitas la habitaron y le dieron por nombre Dan, en honor de su antepasado. Así quedó establecido el territorio de los clanes de la tribu de Dan, junto con sus ciudades y pueblos. Cuando se terminó de asignarle a cada tribu el territorio que le correspondía, el pueblo de Israel le entregó a Josué hijo de Nun el territorio que le pertenecía a él como herencia. Así cumplieron con lo que el SEÑOR había ordenado. Josué recibió la ciudad de Timnat Sera, que estaba enclavada en la región montañosa de Efraín. Él la había solicitado, así que la reconstruyó y se estableció en ella. De este modo terminaron de dividir los territorios el sacerdote Eleazar, Josué y los jefes de las tribus de Israel. El sorteo lo realizaron en Siló, en presencia del SEÑOR, a la entrada de la Tienda de reunión.