JOB 41:1-11
JOB 41:1-11 Reina Valera 2020 (RV2020)
¿Pescarás tú al leviatán con un anzuelo o le sujetarás la lengua con una cuerda? ¿Le pondrías una soga en las narices? ¿Perforarías con un garfio su quijada? ¿Multiplicará ruegos él delante de ti? ¿Te hablará con palabras lisonjeras? ¿Hará un pacto contigo para que lo tomes por esclavo para siempre? ¿Jugarás con él como con un pájaro? ¿Lo atarás para tus niñas? ¿Harán banquete con él los compañeros? ¿Lo repartirán entre los mercaderes? ¿Cortarás tú con cuchillo su piel, o con arpón de pescadores su cabeza? Pon tu mano sobre él: recordarás luego la lucha y no volverás a hacerlo. En cuanto a él, toda esperanza queda burlada, porque aun a su sola vista la gente se desmaya. Y nadie hay tan osado que lo despierte; ¿quién podrá permanecer delante de mí? Porque ¿quién me previno, para que yo se lo agradezca? ¡Todo lo que hay debajo del cielo es mío!
JOB 41:1-11 La Palabra (versión española) (BLP)
No esperes atraparlo, que es inútil; su sola presencia causa terror; ¡nadie es capaz de provocarlo! ¿Quién, pues, será capaz de hacerme frente? ¿Quién me ha venido con regalos para que deba yo recompensarle? ¡Si todo bajo el cielo es mío! ¿No hice que callara su arrogancia, su firme palabra y su alegato? ¿Quién le abrió el manto de su piel y penetró por su doble coraza? ¿Quién abrió las puertas de sus fauces, tachonadas de dientes espantosos? Su lomo son hileras de escudos, bien apretados y sellados; sus piezas se unen tan trabadas que ni el aire se filtra entre ellas; se sueldan unas con otras, formando un bloque compacto. Su estornudo proyecta destellos, sus ojos parpadean como el alba. Sus fauces lanzan antorchas, proyectan chispas de fuego
JOB 41:1-11 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Y a Leviatán, ¿lo pescarás con un anzuelo? ¿Podrás atarle la lengua con una cuerda? ¿Podrás pasarle un cordel por las narices o atravesarle con un gancho la quijada? ¿Acaso va a rogarte que le tengas compasión, a suplicarte con palabras tiernas? ¿Acaso harás que te prometa ser tu esclavo toda la vida? ¿Jugarás con él como con un pajarito? ¿Lo atarás como un juguete de tus hijas? ¿Se pondrán a regatear por él en el mercado? ¿Lo cortarán en pedazos para venderlo? ¿Podrás atravesarle la piel con flechas o la cabeza con arpones? Si llegas a ponerle la mano encima, te dará tal batalla que no la olvidarás, y nunca volverás a hacerlo. Con solo ver a Leviatán, cualquiera se desmaya de miedo. Si alguien lo provoca, se pone furioso; nadie es capaz de hacerle frente. ¿Quién, que se le enfrente, saldrá sano y salvo? ¡Nadie en todo el mundo!
JOB 41:1-11 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»¿Puedes pescar a Leviatán con un anzuelo, o atarle la lengua con una cuerda? ¿Puedes ponerle un cordel en la nariz, o perforarle la quijada con un gancho? ¿Acaso amablemente va a pedirte o suplicarte que tengas compasión de él? ¿Acaso va a comprometerse a ser tu esclavo de por vida? ¿Podrás jugar con él como juegas con los pájaros, o atarlo para que tus niñas se entretengan? ¿Podrán los mercaderes ofrecerlo como mercancía, o cortarlo en pedazos para venderlo? ¿Puedes atravesarle la piel con lanzas, o la cabeza con arpones? Si llegas a ponerle la mano encima, ¡jamás te olvidarás de esa batalla, y no querrás repetir la experiencia! Vana es la pretensión de llegar a someterlo; basta con verlo para desmayarse. No hay quien se atreva siquiera a provocarlo; ¿quién, pues, podría hacerle frente? ¿Y quién tiene alguna cuenta que cobrarme? ¡Mío es todo cuanto hay bajo los cielos!