ISAÍAS 13:6-13
ISAÍAS 13:6-13 Reina Valera 2020 (RV2020)
¡Aullad, porque cerca está el día del Señor! ¡Vendrá como devastación del Todopoderoso! Por tanto, toda mano se debilitará y desfallecerá todo corazón humano. Se llenarán de terror; angustias y dolores se apoderarán de ellos; tendrán dolores como de mujer parturienta; se asombrará cada cual al mirar a su compañero; sus rostros son como llamaradas. El día del Señor viene: día terrible, de indignación y ardor de ira, para convertir el país en soledad y raer de él a sus pecadores. Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no darán su luz; el sol se oscurecerá al nacer y la luna no dará su resplandor. Castigaré al mundo por su maldad y a los impíos por su iniquidad; haré que cese la arrogancia de los soberbios y humillaré la altivez de los tiranos. Haré más precioso que el oro fino al hombre y más que el oro de Ofir al ser humano. Porque haré estremecer los cielos, y la tierra se moverá de su lugar por la indignación del Señor de los ejércitos, en el día del ardor de su ira.
ISAÍAS 13:6-13 La Palabra (versión española) (BLP)
Lamentaos, se acerca el día del Señor, ya llega como azote del Todopoderoso. Por eso, las fuerzas flaquean, se sienten incapaces de pensar; agarrotados por angustias y espasmos, se retuercen igual que parturientas; cada cual se asusta del prójimo, sus rostros son rostros llameantes. Llega inexorable el día del Señor, cargado de cólera, ardiente de ira: para dejar la tierra desolada, barrida, sin ningún pecador. Astros del cielo y constelaciones dejan de emitir su brillo; se ofusca el sol en su aurora, no irradia su luz la luna. Castigaré la malicia del mundo, los crímenes de todos los malvados; acabaré con el orgullo y la arrogancia, aplastaré la altanería del tirano. Haré a los humanos más escasos que el oro, a los mortales más que el oro de Ofir; por eso el cielo se estremece, se desplaza la tierra temblando, por la ira del Señor del universo, ante el día en que arderá su cólera.
ISAÍAS 13:6-13 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Dad alaridos, porque el día del Señor está cerca; llega como un golpe del Todopoderoso. Entonces todo el mundo dejará caer los brazos, todos perderán el valor y quedarán aterrados. Les vendrá una angustia y un dolor tan grandes que se retorcerán como mujer de parto. Unos a otros se mirarán asombrados y les arderá la cara de vergüenza. Ya llega el día del Señor, día terrible, de ira y furor ardiente, que convertirá la tierra en desierto y acabará con los pecadores que hay en ella. Las estrellas y constelaciones del cielo dejarán de dar su luz; el sol se oscurecerá apenas salga, y la luna no brillará. El Señor dice: “Voy a castigar al mundo por su maldad, a los malvados por sus crímenes. Voy a terminar con la altanería de los orgullosos, y a humillar a los soberbios e insolentes. Voy a hacer que los hombres sean más escasos que el oro fino de Ofir. Entonces el cielo se estremecerá y la tierra se moverá de su sitio por la ira que tendré en aquel día, por mi ardiente furor.
ISAÍAS 13:6-13 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
¡Gemid, que el día del SEÑOR está cerca! Llega de parte del Todopoderoso como una devastación. Por eso todas las manos desfallecen, todo el mundo pierde el ánimo. Quedan todos aterrados; dolores y angustias los atrapan: ¡se retuercen de dolor, como si estuvieran de parto! Espantados, se miran unos a otros; ¡tienen el rostro encendido! ¡Mirad! ¡Ya viene el día del SEÑOR —día cruel, de furor y ardiente ira—; convertirá en desolación la tierra y exterminará de ella a los pecadores! Las estrellas y las constelaciones del cielo dejarán de irradiar su luz; se oscurecerá el sol al salir y no brillará más la luna. Castigaré por su maldad al mundo, y por su iniquidad a los malvados. Pondré fin a la soberbia de los arrogantes y humillaré el orgullo de los violentos. Voy a hacer que haya menos gente que oro fino, menos mortales que oro de Ofir. Por eso haré que tiemble el cielo y que la tierra se mueva de su sitio, por el furor del SEÑOR Todopoderoso en el día de su ardiente ira.