OSEAS 1:2-11
OSEAS 1:2-11 Reina Valera 2020 (RV2020)
Comienzo de la palabra que el Señor habló por medio de Oseas. Dijo el Señor a Oseas: —Ve, toma por mujer a una prostituta y ten hijos de prostitución con ella, porque la tierra se prostituye y se aparta del Señor. El fue y tomó a Gomer, hija de Diblaim, la cual concibió y le dio a luz un hijo. Entonces el Señor le dijo: —Ponle por nombre Jezreel, porque dentro de poco castigaré a la casa de Jehú a causa de la sangre derramada en Jezreel, y haré cesar el reinado de la casa de Israel. Aquel día quebraré el arco de Israel en el valle de Jezreel. Concibió Gomer otra vez y dio a luz una hija. Dios dijo a Oseas: —Ponle por nombre Lo-ruhama, porque no me compadeceré más de la casa de Israel, ni los perdonaré. Pero de la casa de Judá tendré misericordia: los salvaré por el Señor, su Dios. No los salvaré con arco, ni con espada, ni con guerra, ni con caballos ni jinetes. Después de haber destetado a Lo-ruhama, Gomer concibió y dio a luz un hijo. Y dijo Dios: —Llámalo Lo-ammi, porque vosotros no sois mi pueblo ni yo seré vuestro Dios. Con todo, el número de los hijos de Israel será como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y en el lugar donde se les dijo: «Vosotros no sois mi pueblo», se les dirá: «Sois hijos del Dios viviente». Se reunirán los hijos de Judá y de Israel, nombrarán un solo jefe y se levantarán de la tierra, porque grande será el día de Jezreel.
OSEAS 1:2-11 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
El Señor comenzó así el mensaje que quería comunicar por medio de Oseas: “La tierra de Israel se ha prostituido apartándose de mí. De la misma manera, ve tú y toma por mujer a una prostituta, y ten hijos con ella; así ellos serán hijos de una prostituta.” Oseas tomó entonces por mujer a Gómer, hija de Diblaim, la cual quedó embarazada y le dio un hijo. Entonces el Señor dijo a Oseas: “Llama Jezreel al niño, porque dentro de poco voy a castigar a los descendientes del rey Jehú por los crímenes que cometió en Jezreel, y voy a poner fin al reino de Israel. Ese día destruiré en el valle de Jezreel el poderío militar de Israel.” Gómer volvió a quedar embarazada y tuvo una hija. El Señor dijo a Oseas: “Llama Lo-ruhama a la niña, porque ya no volveré a tener compasión del reino de Israel. No los perdonaré. Tendré, en cambio, compasión del reino de Judá: yo mismo, el Señor su Dios, los salvaré. Pero no los salvaré por medio de la guerra, sino que lo haré sin arco ni espada, sin caballos ni jinetes.” Después de haber destetado a Lo-ruhama, Gómer volvió a quedar embarazada y tuvo un hijo. Entonces el Señor dijo a Oseas: “Llama Lo-amí al niño, porque vosotros ya no sois mi pueblo ni yo soy ya vuestro Dios.” Un día los israelitas serán como la arena del mar, que nadie la puede medir ni contar. Y en vez de decirles: “Vosotros ya no sois mi pueblo”, Dios les dirá: “Vosotros sois hijos del Dios viviente.” Entonces se juntará la gente de Judá y de Israel, y nombrarán un jefe único, y de todas partes volverán a Jerusalén. ¡Grande será el día de Jezreel!
OSEAS 1:2-11 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
La primera vez que el SEÑOR habló por medio de Oseas, le dijo: «Ve y toma por esposa a una prostituta, y ten con ella hijos de prostitución, porque el país se ha prostituido por completo. ¡Se ha apartado del SEÑOR!» Oseas fue y tomó por esposa a Gómer, hija de Diblayin, la cual concibió y le dio a luz un hijo. Entonces el SEÑOR le dijo: «Ponle por nombre Jezrel, porque dentro de poco haré que la casa real de Jehú pague por la masacre en Jezrel. Así pondré fin al dominio del reino de Israel. Ese día quebraré el arco de Israel en el valle de Jezrel». Gómer volvió a concebir y dio a luz una niña. Entonces el SEÑOR le dijo a Oseas: «Ponle por nombre: “Indigna de compasión”, porque no volveré a compadecerme del reino de Israel, sino que le negaré el perdón. En cambio, tendré compasión de la tribu de Judá, y la salvaré; pero no por medio de arco, ni de espada ni de batallas, ni tampoco por medio de caballos y jinetes, sino por medio del SEÑOR su Dios». Cuando Gómer destetó a la llamada «Indigna de compasión», volvió a concebir y tuvo otro hijo. Entonces el SEÑOR le dijo a Oseas: «Ponle por nombre: “Pueblo ajeno”, porque ni vosotros sois mi pueblo ni yo soy vuestro Dios. »Con todo, los israelitas serán tan numerosos como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y en el mismo lugar donde se les llamó: “Pueblo ajeno”, se les llamará: “Hijos del Dios viviente”. El pueblo de Judá se reunirá con el pueblo de Israel, y nombrarán un solo jefe y resurgirán en su país, porque grande será el día de Jezrel.