GÁLATAS 3:1-9
GÁLATAS 3:1-9 Reina Valera 2020 (RV2020)
¡Ay, gálatas insensatos! ¿Quién os ha hechizado para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente como crucificado? Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley o por el oír con fe? ¿Tan locos estáis que después de haber comenzado por el Espíritu, ahora vais a confiar en vuestros propios esfuerzos humanos? ¿Tantas cosas habéis padecido en vano? Si es que realmente fue en vano. El que os da el Espíritu y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley o por el oír con fe? Así Abrahán creyó a Dios y le fue contado por justicia. Sabed, por tanto, que los que tienen fe, estos son hijos de Abrahán. Y la Escritura, al prever que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano a Abrahán esta buena noticia: En ti serán benditas todas las naciones . De modo que los que tienen fe son bendecidos con el creyente Abrahán.
GÁLATAS 3:1-9 La Palabra (versión española) (BLP)
Gálatas, ¿cómo sois tan insensatos? ¿Quién os fascinó? ¡Y pensar que os puse ante los ojos a Jesucristo crucificado! Decidme solamente una cosa: ¿en razón de qué recibisteis el Espíritu de Dios? ¿Por cumplir la ley o por haber aceptado la fe? Vuestra insensatez no tiene límites. Si el Espíritu estuvo en el origen de vuestra fe, ¿vais a terminar confiando en lo humano? ¡No puedo creer que tan magníficas experiencias hayan sido baldías! Vamos a ver: cuando Dios os comunica el Espíritu y realiza prodigios entre vosotros, ¿lo hace porque sois cumplidores de la ley o porque habéis aceptado el mensaje de la fe? Ahí tenéis el ejemplo de Abrahán: Creyó a Dios y le fue contado como justicia. Comprended de una vez que la verdadera descendencia de Abrahán son los creyentes. Y la Escritura misma, previendo que Dios justificaría a todas las naciones mediante la fe, anunció de antemano a Abrahán esta buena noticia: Todas las naciones serán bendecidas por medio de ti. Así que todos los que creen serán bendecidos junto con el creyente Abrahán.
GÁLATAS 3:1-9 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
¡Gálatas insensatos!, ¿quién os embrujó? En nuestra predicación hemos mostrado ante vuestros propios ojos a Jesucristo crucificado. Solo quiero que me contestéis a esta pregunta: ¿Recibisteis el Espíritu de Dios por cumplir la ley de Moisés o por haber aceptado el mensaje de la fe? ¿Tan insensatos sois que, habiendo comenzado con el Espíritu, queréis ahora terminar con esfuerzos puramente humanos? ¿Tantas buenas experiencias para nada?... ¡Imposible que hayan sido para nada! Cuando Dios os da su Espíritu y hace milagros entre vosotros, ¿por qué lo hace? No en virtud del cumplimiento de la ley, sino porque habéis aceptado el mensaje de la fe. Abraham creyó a Dios, y Dios se lo tomó en cuenta y le reconoció como justo. Por lo tanto, debéis saber que los verdaderos descendientes de Abraham son los que tienen fe. La Escritura, previendo que también entre los no judíos iba Dios a reconocer como justos a los que tuvieran fe, había anunciado a Abraham esta buena noticia: “Todas las naciones serán bendecidas por medio de ti.” De manera que los que creen son bendecidos junto con Abraham, que también creyó.
GÁLATAS 3:1-9 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
¡Gálatas torpes! ¿Quién os ha hechizado a vosotros, ante quienes Jesucristo crucificado ha sido presentado tan claramente? Solo quiero que me respondáis a esto: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras que demanda la ley, o por la fe con que aceptasteis el mensaje? ¿Tan torpes sois? Después de haber comenzado con el Espíritu, ¿pretendéis ahora perfeccionaros con esfuerzos humanos? ¿Tanto sufrir, para nada? ¡Si es que de veras fue para nada! Al daros Dios su Espíritu y hacer milagros entre vosotros, ¿lo hace por las obras que demanda la ley o por la fe con que habéis aceptado el mensaje? Así fue con Abraham: «Creyó a Dios, y esto se le tomó en cuenta como justicia». Por lo tanto, sabed que los descendientes de Abraham son aquellos que viven por la fe. En efecto, la Escritura, habiendo previsto que Dios justificaría por la fe a las naciones, anunció de antemano el evangelio a Abraham: «Por medio de ti serán bendecidas todas las naciones». Así que los que viven por la fe son bendecidos junto con Abraham, el hombre de fe.