ESTER 5:2-4
ESTER 5:2-4 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Cuando vio a la reina Ester de pie en el patio, se mostró complacido con ella y le extendió el cetro de oro que tenía en la mano. Entonces Ester se acercó y tocó la punta del cetro. El rey le preguntó: ―¿Qué te pasa, reina Ester? ¿Cuál es tu petición? ¡Aun cuando fuera la mitad del reino, te la concedería! ―Si le parece bien al rey —respondió Ester—, venga hoy al banquete que ofrezco en su honor, y traiga también a Amán.
ESTER 5:2-4 Reina Valera 2020 (RV2020)
Cuando el rey vio a la reina Ester que estaba en el patio, la miró complacido, y le extendió el cetro de oro que tenía en la mano. Entonces, se acercó Ester y tocó la punta del cetro. Dijo el rey: —¿Qué tienes, reina Ester, y cuál es tu petición? Hasta la mitad del reino se te dará. Ester respondió: —Si place al rey, vengan hoy el rey y Amán al banquete que le tengo preparado.
ESTER 5:2-4 La Palabra (versión española) (BLP)
Cuando el rey vio a Ester en el patio le agradó su compañía y extendió hacia ella el cetro de oro que llevaba en la mano. Entonces Ester se acercó y tocó la punta del cetro. El rey preguntó a Ester: —¿Qué te ocurre reina Ester? ¡Dime lo que deseas, y lo tendrás; aunque sea la mitad de mi reino! Ester respondió: —Si al rey le parece bien, venga hoy acompañado de Amán al banquete que he preparado en su honor.
ESTER 5:2-4 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
En cuanto el rey vio a la reina Ester en el patio, se mostró cariñoso con ella y extendió hacia ella el cetro de oro que llevaba en la mano. Ester se acercó y tocó el extremo del cetro. El rey le preguntó: –¿Qué te pasa, reina Ester? ¿Qué deseas? ¡Aun si me pides la mitad de mi reino, te la concederé! Ester respondió: –Si parece bien a Su Majestad, le ruego que asista hoy al banquete que he preparado en su honor, y que venga también Amán. Entonces el rey ordenó
ESTER 5:2-4 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Cuando vio a la reina Ester de pie en el patio, se mostró complacido con ella y le extendió el cetro de oro que tenía en la mano. Entonces Ester se acercó y tocó la punta del cetro. El rey le preguntó: ―¿Qué te pasa, reina Ester? ¿Cuál es tu petición? ¡Aun cuando fuera la mitad del reino, te la concedería! ―Si le parece bien al rey —respondió Ester—, venga hoy al banquete que ofrezco en su honor, y traiga también a Amán.