DEUTERONOMIO 31:24-30
DEUTERONOMIO 31:24-30 Reina Valera 2020 (RV2020)
Cuando acabó Moisés de escribir las palabras de esta ley en un libro hasta concluirlo, Moisés dio estas órdenes a los levitas que llevaban el arca del pacto del Señor: —Tomad este libro de la ley y ponedlo al lado del arca del pacto del Señor, vuestro Dios; que esté allí como testigo contra ti. Porque yo conozco tu rebeldía y tu testarudez. Si aun mientras yo vivo con vosotros hoy, sois rebeldes al Señor; ¿cuánto más después de que yo haya muerto? Congregad junto a mí a todos los ancianos de vuestras tribus y a vuestros oficiales; yo hablaré en sus oídos estas palabras, y llamaré como testigos contra ellos a los cielos y a la tierra. Porque yo sé que, después de mi muerte, sin duda os corromperéis y os apartaréis del camino que os he mandado, y que la desgracia vendrá sobre vosotros en los días venideros, por haber hecho lo malo ante los ojos del Señor, por haberlo enojado con la obra de vuestras manos. Entonces pronunció Moisés a oídos de toda la congregación de Israel, de principio a fin, las palabras de este cántico
DEUTERONOMIO 31:24-30 La Palabra (versión española) (BLP)
Cuando Moisés terminó completamente de escribir en un libro todas las palabras de esta ley, ordenó esto a los levitas que transportaban el Arca de la alianza del Señor: —Tomad este libro de la ley y ponedlo junto al Arca de la alianza del Señor vuestro Dios; que quede allí como testimonio contra ti, pues sé que eres rebelde y obstinado. Si hoy, que aún estoy con vosotros, sois rebeldes al Señor, ¡cuánto más lo seréis cuando ya no esté! Reunid ante mí a todos los ancianos de vuestras tribus y a vuestros oficiales, para que pueda comunicarles personalmente estas cosas y poner al cielo y a la tierra como testigos de su responsabilidad. Yo sé que después de mi muerte os pervertiréis y os desviaréis del camino que os he trazado; por eso al cabo del tiempo os sobrevendrán calamidades, ya que habréis hecho lo que desagrada al Señor, provocando su ira con vuestra conducta. Entonces Moisés recitó hasta el final este cántico, mientras la asamblea de Israel escuchaba.
DEUTERONOMIO 31:24-30 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Cuando Moisés terminó de escribir estas leyes en un libro, dijo a los levitas encargados de llevar el arca del pacto del Señor: “Tomad este libro de la ley y ponedlo al lado del arca del pacto del Señor vuestro Dios, para que esté allí como testimonio contra vosotros. Porque yo sé que sois un pueblo rebelde y testarudo; y si hoy, que todavía vivo entre vosotros, os habéis rebelado contra el Señor, ¿qué será después de mi muerte? Traed acá a todos los ancianos y jefes de vuestras tribus, para que yo les hable de estas cosas y ponga al cielo y a la tierra como testigos contra ellos. Porque yo sé que después de mi muerte os vais a corromper y vais a dejar el camino que os he ordenado seguir; y sé también que en el futuro os sobrevendrá la desgracia, por hacer lo malo a los ojos del Señor y provocar con ello su enojo.” Entonces Moisés pronunció este cántico, de principio a fin, ante todos los israelitas reunidos
DEUTERONOMIO 31:24-30 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Moisés terminó de escribir en un libro todas las palabras de esta ley. Luego dio esta orden a los levitas que transportaban el arca del pacto del SEÑOR: «Tomad este libro de la ley, y ponedlo junto al arca del pacto del SEÑOR vuestro Dios. Allí permanecerá como testigo contra vosotros los israelitas, pues sé cuán tercos y rebeldes sois. Si fuisteis rebeldes contra el SEÑOR mientras viví con vosotros, ¡cuánto más lo seréis después de mi muerte! Reunid ante mí a todos los ancianos y los líderes de vuestras tribus, para que yo pueda comunicarles estas palabras y las escuchen claramente. Pongo al cielo y a la tierra por testigos contra vosotros, porque sé que después de mi muerte os pervertiréis y os apartaréis del camino que os he mostrado. En días venideros os sobrevendrán calamidades, porque haréis lo que ofende al SEÑOR y con vuestros detestables actos provocaréis su ira». Y este fue el cántico que recitó Moisés de principio a fin, en presencia de toda la asamblea de Israel