AMÓS 4:6-11
AMÓS 4:6-11 Reina Valera 2020 (RV2020)
Os hice pasar hambre en todas vuestras ciudades y hubo falta de pan en todos vuestros pueblos; mas no os volvisteis a mí, dice el Señor. También os detuve la lluvia tres meses antes de la cosecha; hice llover sobre una ciudad y sobre otra ciudad no hice llover; sobre una parte llovió, y la parte sobre la cual no llovió se secó. Venían entonces dos o tres ciudades a una ciudad para beber agua, y no se saciaban. Con todo, no os volvisteis a mí, dice el Señor. Os herí con viento del este y con oruga; la langosta devoró vuestros muchos huertos y vuestras viñas, vuestros higuerales y vuestros olivares, pero nunca os volvisteis a mí, dice el Señor. Envié contra vosotros mortandad tal como en Egipto; maté a espada a vuestros jóvenes, vuestros caballos fueron capturados e hice subir el hedor de vuestros campamentos hasta vuestras narices; mas no os volvisteis a mí, dice el Señor. Os trastorné como Dios trastornó a Sodoma y a Gomorra, y fuisteis como tizón arrancado del fuego; mas no os volvisteis a mí, dice el Señor.
AMÓS 4:6-11 La Palabra (versión española) (BLP)
Yo os he hecho pasar hambre en todas vuestras ciudades, he condenado a la carestía a todas vuestras poblaciones; pero seguís sin convertiros a mí, —oráculo del Señor. Soy yo quien os negué la lluvia faltando tres meses para la siega, yo el que hice caer la lluvia en una ciudad sí y en otra no; y mientras la lluvia empapaba un campo, otro, al carecer de agua, se secaba. Ibais de ciudad en ciudad buscando agua sin que lograseis apagar la sed; pero seguís sin convertiros a mí, —oráculo del Señor. Os golpeé con tizón y con añublo, agosté vuestros huertos y viñedos; devoró la langosta higueras y olivares; pero seguís sin convertiros a mí, —oráculo del Señor. Desencadené sobre vosotros una peste como la que desencadené sobre Egipto; pasé a filo de espada a vuestros jóvenes; me llevé como botín vuestros caballos y el hedor de los cadáveres inundó vuestros campamentos; pero seguís sin convertiros a mí, —oráculo del Señor. Os destruí como a Sodoma y Gomorra, y quedasteis como tizón arrancado del fuego; pero seguís sin convertiros a mí, —oráculo del Señor.
AMÓS 4:6-11 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
“Yo hice que pasarais hambre en todas vuestras ciudades; yo hice que os faltara comida en todos vuestros poblados, ¡pero no os volvisteis a mí!” El Señor lo afirma. “También hice que os faltara la lluvia durante tres meses antes de la cosecha. En una ciudad hice llover y en otra no; en un campo llovió y otro se secó por falta de agua; de ciudad en ciudad iba la gente en busca de agua, y no encontraba bastante para calmar su sed, ¡pero no os volvisteis a mí!” El Señor lo afirma. “Os azoté con vientos calurosos y con plagas, hice que se marchitaran vuestros huertos y viñedos, la langosta devoró vuestras higueras y vuestros olivos, ¡pero no os volvisteis a mí!” El Señor lo afirma. “Os mandé una plaga como las que envié sobre Egipto; hice morir a vuestros jóvenes en los campos de batalla y dejé que el enemigo se adueñara de vuestros caballos; os hice oler la peste de los muertos en los campamentos, ¡pero no os volvisteis a mí!” El Señor lo afirma. “Os destruí con una catástrofe como la que mandé sobre Sodoma y Gomorra; parecíais una brasa sacada del fuego, ¡pero no os volvisteis a mí!” El Señor lo afirma.
AMÓS 4:6-11 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»Yo os hice pasar hambre en todas vuestras ciudades, y os privé de pan en todos vuestros poblados. Con todo, vosotros no os volvisteis a mí —afirma el SEÑOR—. »Yo os retuve la lluvia cuando aún faltaban tres meses para la cosecha. En una ciudad hacía llover, pero en otra, no; una parcela recibía lluvia, mientras que otra, no, y se secó. Vagando de ciudad en ciudad, iba la gente en busca de agua, pero no calmaba su sed. Con todo, vosotros no os volvisteis a mí —afirma el SEÑOR—. »Castigué vuestros campos con plagas y sequía; la langosta devoró vuestros huertos y viñedos, vuestras higueras y olivares. Con todo, no os volvisteis a mí —afirma el SEÑOR—. »Os mandé plagas como las de Egipto. Pasé por la espada a vuestros mejores jóvenes, junto con los caballos capturados. Hice que llegara hasta vuestras propias narices el hedor de los cadáveres. Con todo, no os volvisteis a mí —afirma el SEÑOR—. »Yo os envié destrucción como la de Sodoma y Gomorra; ¡quedasteis como tizones arrebatados del fuego! Con todo, vosotros no os volvisteis a mí —afirma el SEÑOR—.