AMÓS 3:1-11
AMÓS 3:1-11 Reina Valera 2020 (RV2020)
Oíd esta palabra que ha hablado el Señor contra vosotros, hijos de Israel, contra toda la familia que hice subir de la tierra de Egipto: A vosotros solamente he conocido de todas las familias de la tierra; por tanto, os castigaré por todas vuestras maldades. ¿Andarán dos juntos si no están de acuerdo? ¿Rugirá el león en la selva sin haber presa? ¿Rugirá el cachorro de león desde su guarida sin haber cazado nada? ¿Caerá el ave a tierra, en la trampa, si no hay cebo? ¿Saltará la trampa del suelo si no ha atrapado algo? ¿Se tocará la trompeta en la ciudad y no se alborotará el pueblo? ¿Habrá algún mal en la ciudad, que el Señor no haya enviado? Porque no hará nada el Señor Dios, sin revelar su secreto a sus siervos los profetas. Si el león ruge, ¿quién no temerá? Si habla el Señor, ¿quién no profetizará? Proclamad en los palacios de Asdod y en los palacios de la tierra de Egipto, y decid: «Reuníos sobre los montes de Samaria y ved cuánta opresión y violencia se comete en esa ciudad». No saben hacer lo recto, dice el Señor; atesoran rapiña y despojo en sus palacios. Por eso, el Señor ha dicho: Un enemigo vendrá por todos lados de la tierra y derribará tu fortaleza, y tus palacios serán saqueados.
AMÓS 3:1-11 La Palabra (versión española) (BLP)
Escuchad, israelitas, esta palabra que el Señor pronuncia contra vosotros, contra toda la familia que hice salir de Egipto: Solamente a vosotros elegí entre todas las familias de la tierra; por eso os pediré cuentas de todas vuestras iniquidades. ¿Caminarán dos juntos si no se han puesto de acuerdo? ¿Rugirá un león en la selva a no ser que encuentre presa? ¿Gruñirá el cachorro en su guarida a no ser que haya cazado algo? ¿Caerá un pájaro a tierra si no se le tiende una trampa? ¿Saltará la red desde el suelo a no ser que haya atrapado una pieza? ¿Sonará la trompeta en la ciudad sin que la población se alarme? ¿Sucederá una desgracia en la ciudad si no es el Señor quien la envía? Ciertamente nada hace el Señor Dios, sin revelárselo a sus siervos, los profetas. Si ruge el león, ¿quién no temblará? Si el Señor Dios lo manda, ¿quién no hablará en su nombre? Proclamadlo en los palacios de Asur, pregonadlo en los de Egipto, y decid: «Reuníos en los montes de Samaría, mirad cómo rebosa de desórdenes, cómo abunda la violencia dentro de ella». No saben obrar con rectitud, —oráculo del Señor—; sus palacios están repletos del fruto de su violencia y su rapiña. Por eso, así dice el Señor Dios: El enemigo pondrá cerco al país, te despojará de tu fuerza y serán saqueados tus palacios.
AMÓS 3:1-11 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Israelitas, oíd lo que dice el Señor al pueblo que sacó de Egipto: “Solo a vosotros he escogido de entre todos los pueblos de la tierra. Por eso habré de pediros cuentas de todas las maldades que habéis cometido.” Si dos caminan juntos es porque están de acuerdo; si el león ruge en la selva es porque ha cogido una presa; si el cachorro gruñe en la cueva es porque ha capturado algo; si un pájaro cae al suelo es porque había una trampa; si la trampa salta del suelo es porque algo ha atrapado; si la trompeta suena en la ciudad, la gente se alarma; si algo malo pasa en la ciudad es porque el Señor lo ha mandado. Nunca hace nada el Señor sin revelarlo a sus siervos los profetas. ¿Quién no tiembla de miedo, si el león ruge? ¿Quién no habla en nombre del Señor, si él lo ordena? Proclamad en los palacios de Asdod y en los palacios de Egipto: “Venid a los montes de Samaria; ved los desórdenes que hay en ella y la violencia que allí se sufre.” El Señor afirma: “Ellos no saben actuar con rectitud; guardan en sus palacios lo que robaron con violencia.” Por tanto, así dice Dios el Señor: “Un enemigo rodeará el país, derribará tu fortaleza y saqueará tus palacios.”
AMÓS 3:1-11 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Oíd, israelitas, esta palabra que el SEÑOR pronuncia contra vosotros, contra toda la familia que saqué de Egipto: «Solo a vosotros os he escogido entre todas las familias de la tierra. Por tanto, os haré pagar todas vuestras perversidades». ¿Pueden dos caminar juntos sin antes ponerse de acuerdo? ¿Ruge el león en la espesura sin tener presa alguna? ¿Gruñe el leoncillo en su guarida sin haber atrapado nada? ¿Cae el pájaro en la trampa sin que haya carnada? ¿Salta del suelo la trampa sin haber atrapado nada? ¿Se toca la trompeta en la ciudad sin que el pueblo se alarme? ¿Ocurrirá en la ciudad alguna desgracia que el SEÑOR no haya provocado? En verdad, nada hace el SEÑOR omnipotente sin antes revelar sus designios a sus siervos los profetas. Ruge el león; ¿quién no temblará de miedo? Habla el SEÑOR omnipotente; ¿quién no profetizará? Proclamad en las fortalezas de Asdod y en los baluartes de Egipto: «Reuníos sobre los montes de Samaria y ved cuánto pánico hay en ella, ¡cuánta opresión hay en su medio!» «Los que acumulan en sus fortalezas el fruto de la violencia y el saqueo no saben actuar con rectitud», afirma el SEÑOR. Por lo tanto, así dice el SEÑOR omnipotente: «Un enemigo invadirá tu tierra; echará abajo tu poderío y saqueará tus fortalezas».