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1 SAMUEL 5:1-11

1 SAMUEL 5:1-11 Reina Valera 2020 (RV2020)

Cuando los filisteos capturaron el arca de Dios, la llevaron desde Eben-ezer a Asdod. Tomaron los filisteos el arca de Dios, la metieron en la casa de Dagón y la pusieron junto a Dagón. Cuando al siguiente día los de Asdod se levantaron de mañana, encontraron a Dagón postrado en tierra delante del arca del Señor. Tomaron a Dagón y lo devolvieron a su lugar. Al levantarse de nuevo de mañana, al siguiente día, Dagón había caído postrado en tierra delante del arca del Señor, y la cabeza de Dagón y sus dos manos estaban cortadas sobre el umbral; a Dagón solamente le quedaba el tronco. Por esta causa, los sacerdotes de Dagón y todos los que entran en el templo de Dagón no pisan el umbral de Dagón en Asdod, hasta el día de hoy. La mano del Señor cayó sobre los de Asdod y los destruyó, pues los hirió con tumores, en Asdod y en todo su territorio. Al ver esto, los de Asdod dijeron: —Que no se quede entre nosotros el arca del Dios de Israel, porque su mano se ha endurecido contra nosotros y contra nuestro dios Dagón. Convocaron, pues, a todos los príncipes de los filisteos, y les preguntaron: —¿Qué haremos con el arca del Dios de Israel? Ellos respondieron: —Trasládese el arca del Dios de Israel a Gat. Y trasladaron allá el arca del Dios de Israel. Pero cuando se la llevaron, la mano del Señor cayó sobre la ciudad y provocó un gran pánico; y afligió a los hombres de aquella ciudad, de modo que desde el más pequeño hasta el mayor se llenaron de tumores. Entonces enviaron el arca de Dios a Ecrón. Pero cuando el arca de Dios llegó a Ecrón, los ecronitas exclamaron: —Nos han traído el arca del Dios de Israel para matarnos a nosotros y a nuestro pueblo. Convocaron y reunieron a todos los príncipes de los filisteos y les dijeron: —Enviad el arca del Dios de Israel, y regrese a su lugar, para que no nos mate a nosotros ni a nuestro pueblo. Pues había un terror mortal en toda la ciudad, porque la mano de Dios los había castigado duramente.

1 SAMUEL 5:1-11 La Palabra (versión española) (BLP)

Después de capturar el Arca, los filisteos la trasladaron desde Eben Ézer hasta Asdod. Tomaron el Arca, la llevaron al templo de Dagón y la colocaron junto a Dagón. Cuando los de Asdod se levantaron al día siguiente, encontraron a Dagón caído en el suelo ante el Arca del Señor. Agarraron a Dagón y lo pusieron en su sitio. Cuando se levantaron a la mañana siguiente, encontraron de nuevo a Dagón caído en el suelo ante el Arca del Señor. Tenía la cabeza y las dos manos arrancadas y tiradas sobre el umbral; de Dagón solo quedaba el tronco. Por esta razón, los sacerdotes de Dagón y los que visitan su templo en Asdod siguen sin pisar el umbral hasta el presente. El Señor castigó gravemente a los asdoditas y los aterrorizó, asolando con tumores a Asdod y a su comarca. Cuando los asdoditas vieron lo que sucedía, dijeron: —El Arca del Dios de Israel no debe quedarse entre nosotros, porque su poder se recrudece contra nosotros y contra nuestro dios Dagón. Entonces convocaron a todos los príncipes filisteos y los consultaron: —¿Qué podemos hacer con el Arca del Dios de Israel? Ellos contestaron: —Que la lleven a Gat. Así pues, trasladaron a Gat el Arca del Dios de Israel. Pero, nada más trasladarla, el Señor castigó a la ciudad e hizo cundir el pánico, pues hirió a sus habitantes, pequeños y grandes, y les salieron tumores. Entonces enviaron el Arca de Dios a Ecrón. Y, al llegar allí, los ecronitas se pusieron a gritar: —¡Han traído aquí el Arca del Dios de Israel para que nos aniquile a todos! Entonces convocaron de nuevo a todos los príncipes filisteos y les dijeron: —Llevaos el Arca del Dios de Israel y que vuelva a su sitio, para que no nos aniquile a todos. Y es que por toda la ciudad cundía un pánico mortal, pues el Señor la había castigado muy duramente.

1 SAMUEL 5:1-11 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

Una vez capturada el arca de Dios, los filisteos la llevaron de Eben-ézer a Asdod; luego la tomaron y la metieron en el templo del dios Dagón, colocándola junto al dios. A la mañana siguiente, cuando llegaron los de Asdod, encontraron a Dagón derribado en el suelo ante el arca del Señor. Entonces levantaron a Dagón y lo volvieron a poner en su sitio. Pero a la mañana siguiente llegaron nuevamente los de Asdod, y otra vez encontraron a Dagón derribado en el suelo ante el arca del Señor. Su cabeza y sus dos manos se habían quebrado y estaban sobre el umbral. Lo único que le quedaba entero era el tronco. Por eso, hasta ahora, cuando los sacerdotes de Dagón entran en el templo de Asdod, no pisan el umbral. Después el Señor castigó severamente y llenó de terror a los de Asdod y su territorio, hiriéndolos con tumores. Y cuando los habitantes de Asdod vieron lo que pasaba, dijeron: “El arca del Dios de Israel no debe quedarse entre nosotros, porque ese dios nos está castigando muy duramente, tanto a nosotros como a Dagón, nuestro dios.” Por lo tanto, mandaron a decir a todos los jefes filisteos que se reunieran con ellos, y les preguntaron: –¿Qué hacemos con el arca del Dios de Israel? –Llevadla a la ciudad de Gat –respondieron. Y los filisteos la llevaron allí. Pero después que la trasladaron, el Señor sembró el pánico en la ciudad, hiriendo a sus habitantes con unos tumores que les salieron a grandes y pequeños. Entonces los filisteos trasladaron el arca de Dios a Ecrón; pero cuando el arca llegó allí, los habitantes de Ecrón gritaron: “¡Nos han traído el arca del Dios de Israel para matarnos a todos!” Y como por toda la ciudad se extendió un pánico mortal a causa del duro castigo que Dios les había enviado, mandaron llamar a todos los jefes filisteos y les dijeron: “Llevaos de aquí el arca del Dios de Israel. Devolvedla a su lugar, para que no nos mate a todos.”

1 SAMUEL 5:1-11 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

Después de capturar el arca de Dios, los filisteos la llevaron de Ebenezer a Asdod y la pusieron junto a la estatua de Dagón, en el templo de ese dios. Al día siguiente, cuando los habitantes de Asdod se levantaron, vieron que la estatua de Dagón estaba tirada en el suelo, boca abajo, frente al arca del SEÑOR. Así que la levantaron y la colocaron en su sitio. Pero, al día siguiente, cuando se levantaron, volvieron a encontrar la estatua tirada en el suelo, boca abajo, frente al arca del SEÑOR. Sobre el umbral estaban su cabeza y sus dos manos, separadas del tronco. Por eso, hasta el día de hoy, ninguno de los que entran en el templo de Dagón en Asdod, incluso los sacerdotes, pisan el umbral. Entonces el SEÑOR descargó su mano sobre la población de Asdod y sus alrededores, y los azotó con tumores. La gente de Asdod reconoció lo que estaba pasando, y declaró: «El arca del Dios de Israel no puede quedarse en medio nuestro, porque ese dios ha descargado su mano sobre nosotros y contra nuestro dios Dagón». Así que convocaron a todos los jefes filisteos y les preguntaron: ―¿Qué vamos a hacer con el arca del Dios de Israel? ―Trasladad el arca del Dios de Israel a la ciudad de Gat —respondieron los jefes. Y así lo hicieron. Pero, después de que la trasladaron, el SEÑOR castigó a esa ciudad, afligiendo con una erupción de tumores a sus habitantes, desde el más pequeño hasta el mayor. Eso provocó un pánico horrible. Entonces enviaron el arca de Dios a Ecrón, pero, tan pronto como entró el arca en la ciudad, sus habitantes se pusieron a gritar: «¡Nos han traído el arca del Dios de Israel para matarnos a todos!» Por eso convocaron a todos los jefes filisteos y protestaron: «¡Llevaos el arca del Dios de Israel! ¡Devolvedla a su lugar de origen, para que no nos mate a nosotros y a todos los nuestros!» Y es que el terror de la muerte se había apoderado de la ciudad, porque Dios había descargado su mano sobre ese lugar.