1 SAMUEL 3:8-11
1 SAMUEL 3:8-11 Reina Valera 2020 (RV2020)
El Señor, pues, llamó por tercera vez a Samuel. Y él se levantó, vino ante Elí, y le dijo: —Aquí me tienes; ¿para qué me has llamado? Entonces entendió Elí que el Señor llamaba al joven, y le dijo: —Ve y acuéstate; y si te llama, di: «Habla, Señor, que tu siervo escucha». Así se fue Samuel y se acostó en su lugar. Vino el Señor, se paró y llamó como las otras veces: —¡Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: —Habla, que tu siervo escucha. Dijo el Señor a Samuel: —Yo haré una cosa en Israel que a quien la oiga le zumbarán ambos oídos.
1 SAMUEL 3:8-11 La Palabra (versión española) (BLP)
El Señor volvió a llamar a Samuel por tercera vez y él se levantó y se presentó ante Elí, diciendo: —Aquí estoy, presto a tu llamada. Entonces comprendió Elí que era el Señor quien llamaba al muchacho y le dijo: —Vuelve a acostarte y si alguien te llama, respóndele: «Habla, Señor, que tu servidor escucha». Y Samuel se fue a acostar a su habitación. El Señor volvió a insistir y lo llamó como antes: —¡Samuel! ¡Samuel! Y él le respondió: —Habla, que tu servidor escucha. Y el Señor dijo a Samuel: —Mira, voy a hacer una cosa en Israel que a los que la oigan les retumbarán los oídos.
1 SAMUEL 3:8-11 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Pero por tercera vez llamó el Señor a Samuel, que se levantó y fue a decirle a Elí: –Aquí me tienes, ¿para qué me querías? Elí, comprendiendo entonces que era el Señor quien llamaba al joven, le dijo: –Ve a acostarte, y si el Señor te llama, respóndele: ‘Habla, que tu siervo escucha.’ Entonces Samuel se fue y se acostó en su sitio. Después llegó el Señor, se detuvo y lo llamó igual que antes: –¡Samuel! ¡Samuel! –Habla, que tu siervo escucha –contestó Samuel. El Señor le dijo: –Voy a hacer algo en Israel que hasta los oídos le dolerán a todo el que lo oiga.
1 SAMUEL 3:8-11 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Por tercera vez llamó el SEÑOR a Samuel. Él se levantó y fue adonde estaba Elí. ―Aquí estoy —le dijo—; ¿para qué me has llamado? Entonces Elí se dio cuenta de que el SEÑOR estaba llamando al muchacho. ―Ve y acuéstate —le dijo Elí—. Si alguien vuelve a llamarte, dile: “Habla, SEÑOR, que tu siervo escucha”. Así que Samuel se fue y se acostó en su cama. Entonces el SEÑOR se le acercó y lo llamó de nuevo: ―¡Samuel! ¡Samuel! ―Habla, que tu siervo escucha —respondió Samuel. ―Mira —le dijo el SEÑOR—, voy a hacer en Israel algo que a todo el que lo oiga le quedará retumbando en los oídos.