Logo de YouVersion
Icono de búsqueda

1 SAMUEL 14:1-10

1 SAMUEL 14:1-10 Reina Valera 2020 (RV2020)

Aconteció un día, que Jonatán hijo de Saúl, dijo al criado que le traía las armas: —Ven y pasemos a la guarnición de los filisteos, que está de aquel lado. Pero no lo hizo saber a su padre. Saúl se hallaba al extremo de Gabaa, debajo de un granado que hay en Migrón, y las gentes que estaban con él eran como seiscientos hombres. Ahías hijo de Ahitob, hermano de Icabod hijo de Finees hijo de Elí, sacerdote del Señor en Silo, llevaba el efod. El pueblo no sabía que Jonatán se había ido. Entre los desfiladeros por donde Jonatán procuraba pasar a la guarnición de los filisteos, había un peñasco agudo de un lado, y otro del otro lado; uno se llamaba Boses y el otro Sene. El primer peñasco estaba situado al norte, hacia Micmas, y el segundo al sur, hacia Gabaa. Dijo, pues, Jonatán a su paje de armas: —Ven, pasemos a la guarnición de estos incircuncisos; quizá haga algo el Señor por nosotros, pues no es difícil para el Señor dar la victoria, sea con muchos o con pocos. Su paje de armas le respondió: —Haz todo lo que tu corazón te dicte; ve, pues aquí estoy a tu disposición. Dijo entonces Jonatán: —Vamos a pasar hacia esos hombres para que ellos nos vean. Si nos dicen: «Esperad hasta que lleguemos a vosotros», entonces nos quedaremos en nuestro lugar, y no subiremos adonde están ellos. Pero si nos dicen: «Subid hacia nosotros», entonces subiremos, porque el Señor los ha entregado en nuestras manos; esto nos servirá de señal.

1 SAMUEL 14:1-10 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

Cierto día, Jonatán, el hijo de Saúl, dijo a su ayudante: –Ven, crucemos el río y ataquemos al destacamento filisteo que está al otro lado. Pero Jonatán no dijo nada de esto a su padre, que, acampado al extremo de una colina, estaba debajo de un granado, en una era, acompañado de una tropa formada por seiscientos hombres. El encargado de llevar el efod era Ahías, hijo de Ahitub y sobrino de Icabod, que era hijo de Finees y nieto de Elí, el sacerdote del Señor en Siló. La gente no sabía que Jonatán se había ido. Mientras tanto, él trataba de llegar hasta donde estaba el destacamento filisteo. El paso se encontraba entre dos grandes peñascos, llamados Bosés y Sene, uno al norte, frente a Micmás, y el otro al sur, frente a Guibeá. Y Jonatán dijo a su ayudante: –Anda, vamos al otro lado, hasta donde se encuentra el destacamento de esos paganos. Quizá el Señor haga algo por nosotros, ya que para él no es difícil darnos la victoria con mucha gente o con poca. –Haz todo lo que tengas en mente, que estoy dispuesto a apoyarte en tus propósitos –respondió su ayudante. Entonces Jonatán le dijo: –Mira, vamos a pasar al otro lado, adonde están esos hombres, y dejaremos que nos vean. Si nos dicen que esperemos a que bajen hasta donde estamos, nos quedaremos allí y no subiremos adonde ellos están. Pero si nos dicen que subamos, lo haremos así, porque eso será una señal de que el Señor nos dará la victoria.