1 REYES 16:1-7
1 REYES 16:1-7 Reina Valera 2020 (RV2020)
Llegó palabra del Señor a Jehú hijo de Hanani contra Baasa: —Yo te levanté del polvo y te puse como príncipe de mi pueblo Israel. Pero tú has andado en el camino de Jeroboam y has hecho pecar a mi pueblo Israel al provocar mi ira con tus pecados. Por eso, yo barreré la posteridad de Baasa y de su casa, y voy a hacer con su casa como hice con la casa de Jeroboam hijo de Nabat. Al que de Baasa muera en la ciudad se lo comerán los perros; y al que muera en el campo se lo comerán las aves del cielo. Los demás hechos de Baasa, las cosas que hizo, y su poderío, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel? Cuando murió Baasa fue enterrado en Tirsa y su hijo Ela le sucedió como rey. La palabra del Señor por boca del profeta Jehú hijo de Hanani fue contra Baasa y también contra su casa, con motivo de todo lo malo que hizo ante los ojos del Señor, por provocarlo a ira con las obras de sus manos, que llegaron a ser como las de la casa de Jeroboam, y por haberla exterminado.
1 REYES 16:1-7 La Palabra (versión española) (BLP)
El Señor dirigió su palabra a Jehú, el hijo de Jananí, contra Basá, en estos términos: —Yo te saqué de la nada y te convertí en jefe de mi pueblo Israel; pero tú has seguido los pasos de Jeroboán y has hecho pecar a mi pueblo Israel, que me ha ofendido con sus pecados. Por eso, voy a eliminar a Basá y a su dinastía, dejándola como la dinastía de Jeroboán, el hijo de Nabat. A los de Basá que mueran en la ciudad los devorarán los perros, y al que muera en el campo lo devorarán las aves del cielo. El resto de la historia de Basá, lo que hizo y sus hazañas, está escrito en el libro de los Anales de los Reyes de Israel. Cuando murió Basá, fue enterrado en Tirsá y su hijo Elá le sucedió como rey. El Señor habló por medio del profeta Jehú, hijo de Jananí, contra Basá y contra su familia por haber ofendido al Señor, irritándolo con sus obras a imitación de la familia de Jeroboán, y por haber exterminado la dinastía de Jeroboán.
1 REYES 16:1-7 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Entonces el Señor se dirigió a Jehú, hijo de Hananí, para decir en contra de Baasá: “Yo te levanté del polvo y te puse como jefe de Israel, mi pueblo. Pero tú, al igual que Jeroboam, has hecho pecar a Israel, mi pueblo. Has provocado mi ira con tus pecados. Por lo tanto, Baasá, voy a acabar contigo y con tu familia; voy a hacer con ella lo mismo que hice con la de Jeroboam, hijo de Nabat. Cualquier pariente tuyo que muera en la ciudad será devorado por los perros, y al que muera en el campo se lo comerán las aves de rapiña.” El resto de la historia de Baasá, de lo que hizo y de sus hazañas, está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel. Cuando murió Baasá, lo enterraron en Tirsá. Después reinó en su lugar su hijo Elá. Por medio del profeta Jehú, hijo de Hananí, el Señor pronunció sentencia contra Baasá y su familia, porque sus hechos fueron malos a sus ojos. Baasá irritó al Señor, porque sus acciones fueron semejantes a las de Jeroboam y su familia, a quienes destruyó.
1 REYES 16:1-7 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
En aquel tiempo, la palabra del SEÑOR vino a Jehú hijo de Jananí y le dio este mensaje contra Basá: «Yo te levanté del polvo y te hice gobernante de mi pueblo Israel, pero tú seguiste el mal ejemplo de Jeroboán e hiciste que mi pueblo Israel pecara y provocara así mi enojo. Por eso estoy a punto de aniquilarte y de hacer con tu familia lo mismo que hice con la de Jeroboán hijo de Nabat. A los que mueran en la ciudad se los comerán los perros, y a los que mueran en el campo se los comerán las aves del cielo». Los demás acontecimientos del reinado de Basá, y lo que hizo y atañe a sus obras, están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel. Basá murió y fue sepultado en Tirsá. Y su hijo Elá le sucedió en el trono. Además, por medio del profeta Jehú hijo de Jananí, la palabra del SEÑOR vino contra Basá y su familia, debido a todas las ofensas que este había cometido contra el SEÑOR, provocando así su ira. Y, aunque destruyó a la familia de Jeroboán, llegó a ser semejante a esta por las obras que hizo.