SALMOS 34:4-8

A mí me curó Dios porque el tiempo tarda mucho y por sí solo no cura nada, de hecho lo único que puede hacer es podrir, infectar y complicar las heridas. Si estas se reconocen a tiempo y se entregan a Dios, serán tan pequeñas como un raspón y no una bomba que haga estragos en tu corazón y en tu entorno. Suelta todo aquello que tenga potencial de infección en tu vida.

La ira puede consumirlo todo. Nos roba la alegría, puede destruir relaciones, contribuye a problemas de salud e incluso a la adicción. Pero es posible obtener la victoria sobre la ira. Este plan devocional de tres días te mostrará cómo. No tienes por qué seguir malhumorado ni perder los estribos. Con la ayuda de Dios, puedes aprender a vencer la ira.

Todos queremos ser felices, experimentar más paz, tener mejores relaciones y sentirnos satisfechos. ¿Me creerías si te dijera que el secreto para vivir así está en una palabra? ¡Loco, pero cierto! Una sola palabra que lo puede cambiar todo: Agradecer.

Often we feel as if we’re not doing enough. Then we feel guilty because we’re supposed to be having quiet times with God too—but when we try to slow down, our hearts and minds are still busy. The story of Mary and Martha offers us guidance as well as grace in this tension. It’s a story of two sisters. It’s a story for each of us.