MIQUEAS 4:1-13
MIQUEAS 4:1-13 RV2020
Acontecerá en los postreros tiempos que el monte de la casa del Señor será colocado a la cabeza de los montes, más alto que los collados, y acudirán a él los pueblos. Vendrán muchas naciones, y dirán: «Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob; él nos enseñará en sus caminos y andaremos por sus veredas», porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra del Señor. Él juzgará entre muchos pueblos y corregirá a naciones poderosas y lejanas. Ellos convertirán sus espadas en azadones y sus lanzas en hoces. Ninguna nación alzará la espada contra otra, ni se preparará más para la guerra. Se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien les infunda temor. ¡La boca del Señor de los ejércitos ha hablado! Aunque todos los pueblos anden cada uno en el nombre de su dios, con todo, nosotros andaremos en el nombre del Señor, nuestro Dios, eternamente y para siempre. En aquel día, dice el Señor, recogeré a las ovejas cojas, reuniré a las descarriadas y a la que afligí. De las cojas haré un remanente, de las descarriadas, una nación robusta. Entonces reinará el Señor sobre ellos en el monte de Sion, desde ahora y para siempre. Y tú, torre del rebaño, fortaleza de la hija de Sion, tú recobrarás el señorío de antaño, el reino de la hija de Jerusalén. Ahora, ¿por qué gritas tanto? ¿Acaso no tienes rey? ¿Pereció tu consejero y te atenaza el dolor como a una mujer de parto? Quéjate y gime, hija de Sion, como mujer que está de parto, porque ahora saldrás de la ciudad y morarás en el campo. Llegarás hasta Babilonia y allí serás librada; allí te redimirá el Señor de manos de tus enemigos. Ahora se han juntado muchas naciones contra ti, y dicen: «¡Que sea profanada y se recreen nuestros ojos a la vista de Sion!». Mas ellos no han conocido los pensamientos del Señor, ni han entendido su consejo, por lo cual los ha juntado como gavillas en la era. ¡Levántate y trilla, hija de Sion! Porque haré tu cuerno como de hierro, y tus uñas, de bronce: desmenuzarás a muchos pueblos y consagrarás al Señor su botín, y sus riquezas, al Señor de toda la tierra.