Luk 11:4

Dios es soberano, todo poderoso y omnisciente. Al mismo tiempo, Él nos manda a orar. Orar es el significado para nosotros de acceder a la provisión de Dios para nuestras vidas. Orar es un privilegio para cada cristiano de experimentar la maravillosa voluntad de Dios. Orar es una relación que nos santifica para tener el mismo corazón de Jesús.

A menudo, pasamos por alto la oración en nuestras vidas cristianas porque asumimos que, como Dios ya lo sabe todo, no necesitamos hablar con Él. Este plan te ayudará a reorganizar tu vida para que hagas intención de sacar tiempo para buscar la voluntad de Dios en tu vida y reces hasta que veas que las cosas suceden.

La oración del Señor no es un mantra mágico para repetir sin pensar. Es un tesoro que Jesucristo nos dejó para enseñarnos como orar. Es un modelo de oración que nace de la fe en la omnisciencia, omnipotencia y bondad de nuestro Padre Celestial. Este devocional explora cada verdad escondida en la oración del Señor que nos puede ayudar a crecer cada día más en nuestra relación con Dios.

Cuán liberador es entender que nuestra relación con Dios no depende de una práctica espiritual, sino de Su gracia y misericordia expresadas en la obra de Jesucristo y el poder del Espíritu Santo. La oración, tal como lo enseñó Jesús, es un medio para intimar con Abba.