1 Corintios 3:7

El crecimiento cristiano es sinónimo de salud espiritual. Si no estamos creciendo y alcanzando de a poco la estatura de Cristo es porque algo estamos haciendo mal. Hay que detenerse, revisar cómo estamos y tomar decisiones pertinentes que nos acerquen al Señor, la fuente de nuestro crecimiento. En este plan te animo a ello.

Cada palabra, promesa y detalle del Señor nos enfrenta a la decisión de creer o no. Creemos en Su capacidad, en que es el Todopoderoso y que tiene buenas intenciones para nosotros. Al acercarnos a Él, nos acercamos a un Dios Amoroso. La fe en las Buenas Nuevas nos conduce al reposo divino, permitiéndonos recibir Su gracia y amor.

Compartir a Jesús con familiares y amigos puede parecer intimidante, especialmente cuando no sabes por dónde empezar. Este plan tiene como objetivo reducir esa ansiedad al resaltar pasos clave para compartir el Evangelio de manera efectiva con aquellos que están más cerca de ti.

La temporada navideña ofrece oportunidades únicas para hablar sobre Jesús, pero es fácil dejarse llevar por el ajetreo. Este plan te anima a buscar intencionalmente formas de compartir el Evangelio durante la Navidad, cultivando un corazón evangelizador que brille incluso después de que terminen las festividades. ¡Hagamos de esta temporada un tiempo de conversaciones significativas y un impacto duradero!